Para aquellos de mis lectores que tengan la bendita suerte de no ser españoles y no conozcan a este personaje, les diré que, hasta ahora, esta mujer ha sido la responsable del payasesco "Ministerio de Igualdad", único en el mundo -como únicas son las ideas de nuestro presidente de juguete Zapatero.
Fue esta señora a la que se le ocurrió inventarse un nuevo idioma -el tontiñol-, lengua que, por cierto, sólo hablan ella y su jefe, Zapatero, y cuyo prometedor diccionario consta de una sola palabra: "miembra".
Esta renovada miembra, sin miembro pensante, fue aquella que dijo que los fetos de las mujeres "son seres vivos, pero no seres humanos" (cuánto daño hacen al cerebro series de televisión como "V", a causa de las cuales hay gente que llega a creerse de verdad que los seres humanos podemos quedar embarazados de alienígenas reptilianos... pero bueno, esto es lo que ha traído la nueva TDT: Tele De Tontos).
Dicha señora fue ascendida al Ministerio de Igualdad con un único fin: conseguir que las menores de dieciséis años pudieran abortar libremente en España, cuantas veces quisieran y sin que sus padres se enterasen de nada. Una vez logrado el propósito, ya se la puede desposeer de su trono y confinarla a una triste secretaría, eso sí, bien remunerada.
Sin embargo, siempre he considerado que esta mujer fue el candidato ideal para ocupar el cargo de ministra de Igualdad: con su elección, Zapatero demostró al mundo entero que cualquiera puede llegar a ser ministro y que no debía haber discriminación alguna en altos cargos públicos para todos aquellos cuyo coeficiente intelectual estuviera muy por debajo de la media normal.
Igualdad para todos...
Es que no os enteráis, majos.
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