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En relación a mi artículo Al monarca español no le gusta que se abuchee a Zapatero y a la pretensión del gobierno fascista-socialista español de poner coto a las protestas públicas de la gente contra Zapatero en el Día de la Fiesta Nacional, tal y como ha manifestado la ministra de defensa Carmen Chacón -aquella sumisa socialista que apoyó los innombrables insultos de Pepe Rubianes contra España-, la siempre inteligente Natalia Pastor me ha dejado el siguiente comentario, que no he podido resistir a la tentación de reproducir, por su completo acierto en todos los puntos clave:
"Lo tremendo es que pretenden sacar una ley que impida que este tipo de hechos puedan producirse.
O sea, que gritar "¡¡Asesino,asesino!!" a Aznar, apedrear las sedes del PP y agredir a sus militantes -lo que no mereció, ni siquiera, la reprobación de Zapatero- es un acto de "libertad de expresión de la ciudadanía" y la muestra de un "sentir general".
Pero si se abuchea, pita o abronca a Zapatero, ¡¡ah,amigo!!, entonces es que la caverna ultra toma la calle e impide la celebración del acto.
Qué bonito...
No nos dejan ya, ni el derecho al pataleo.
Ni los cinco millones de parados, ni los que hacen cola en los comedores de Cáritas pueden decir "esta boca es mía" ni expresar su desazón y hastío.
Democracia progre en estado puro."
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