No hartos de meter el hocico en todo, hasta en los más nimios aspectos de la vida, ahora, este Gobierno pretende vigilar a los niños para regular sus juegos en el recreo e imponerles su histérica ideología.
Zapatero -que tanto se parece al fenecido dictador Francisco Franco en cuanto a su obsesión por imponer su acomplejado ideario ideológico- quiere que nuestros niños jueguen a lo que él y sus secuaces adláteres creen que debe jugarse.
Una nueva tarea se impondrá a los profesores, que ahora realizarán también labores de poli de recreo: inmiscuirse en la inocente diversión de los infantes.
Ahora las niñas ya no podrán jugar jugar a las "muñequitas" -pues eso las inclinaría hacia unos perversor roles propiciados por el machismo-. Sin embargo, no nos extrañaría nada que, a partir de ahora, empiecen a jugar a los "abortitos".
Los niños ya no podrán disparar balas de aire con sus índices, ni gritar, ni jugar a quién es el más fuerte. Ahora serán ellos los que deberán vestir a las muñequitas, para que vayan asimilando su papel maternopaternal futuro.
Una progresiva machización de la feminidad y afeminamiento de la hombría está en marcha.
El plan para que unos amujerados hombres defiendan a España, en un futuro, de un "tolerante" islamismo invasor ha empezado a rodar como una aplastante piedra desde la cima de la montaña.
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