Andan estos días muy revueltos los círculos de la Derecha tontita porque la Asociación Preeminencia del Derecho, de tendencias izquierdistas, ha interpuesto la primera querella en el Tribunal Supremo contra José Bono -presidente del Congreso de los Diputados- por un presunto delito de cohecho.
Las gallinitas liberales están muy alboratadas, porque, precisamente, una asociación, supuestamente afín a la ideología socialista, es la que se ha decidido a lavar el barro que oculta la real faz del socialismo.
Pero la Derecha que nos ha tocado -¡Dios mío!- es muy tontita, la pobre: están muy ilusionaditos todos ellos creyendo que esta querella, presentada por la misma Izquierda, aclarará la comprometida situación.
De lo que no se dan cuenta es de que el mejor método para sepultar definitivamente un asunto es aparentar un intento de clarificación mediante la interposición de una querella. A partir de ahí, sólo queda presentar insuficientes pruebas -o presentarlas deficientemente- para que el presidente del Congreso quede exonerado definitivamente de toda culpa:
Denúnciame, denúnciame mal y saldré triunfador.
No sé qué espera la Derecha que salga de las filas de la Izquierda, sino conseguir echar más tierra sobre el asunto.
Si esta Derecha -estúpida y cobarde- tuviera reales pruebas de que se hubiera cometido tal delito -como día a día nos quieren hacer ver desde el grupo Intereconomía- ellos mismos son los que debieran haber presentado la querella, y no esperar a que otros hagan el trabajo sucio.
Y si no lo han hecho, porque careciesen de pruebas sostenibles, lo mejor es que callen y dejen de mentir.
Pero nunca esperen que la Izquierda haga por ellos el trabajo que nunca se atrevieron a hacer.
Desde las filas de Intereconomía se anima siempre a los demás a que luchen, a que se rebelen contra este infame Gobierno socialista. Pero siempre esperan que sean los otros -no ellos- los que se remanguen y hagan su trabajo: que sea la chacha del hombre de a pie, la asistenta del ciudadano medio, la que limpie la suciedad que ellos intentan mostrar al mundo.
¿No les recuerda a aquello de "que otros agiten el árbol mientras que nosotros recogemos las nueces"?
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