Al monarca español le preguntaron qué le habían parecido los mencionados abucheos y dijo que "no le habían gustado" (estaría bueno que hubiera dicho que "le habían gustado": no podía responder de otra manera a esa estulta pregunta...).
Pero la cuestión radica en que a este monarca realmente no le gustan los abucheos contra este personaje que nos gobierna.
No hace demasiado tiempo, el rey Juan Carlos dijo que consideraba a Zapatero una persona "muy honesta y recta": el único caso en que el rey de España ha alabado explícitamente a un presidente del Gobierno español, conculcando de esta manera el "principio de neutralidad" que se espera de él. Y teniendo peor ojo que un tuerto en su diagnóstico...
Siempre ha manifestado este rey una mayor simpatía por los gobiernos socialistas: recordemos su cercanía con Felipe González y, ahora, con Zapatero. La antipatía hacia Aznar que sentía Su Majestad es proverbial y bien conocida. Parece una paradoja, pero este monarca está mucho más a gusto cuando gobierna el Socialismo, ese gran destructor de España.
Ahora regresa en otro episodio de indirecto apoyo a este indigno gobernante que es Zapatero y que ha sumido a España en la mayor crisis económica y de progresión a la pobreza de su historia; que la ha llevado hacia el abismo de la disgregación apoyando un Estatuto de Cataluña completamente antiespañol y apátrida; que ha consentido que los españoles no puedan estudiar en español en Cataluña y que sean multados por rotular sus comercios en español. Y que ha conducido a un clima preguerracivilista recreando el malestar de nuestra última Guerra Civil, por su sectaria Ley de Memoria Histórica, que humilla constantemente a todos los que dieron la vida por su Patria en el bando nacional.
Bien, pues nuestro Rey no parece haberse dado cuenta del malestar generado progresivamente a lo largo de estos años en España. Parece que le importa todo un bledo y a lo único que se dedica es a dar un repetitivo discurso en Navidad, plagado de tópicos, a entregar premios culturales a diestro y siniestro, y a apoyar a Zapatero. Y a cobrar puntualmente su opíparo presupuesto de casi 9 millones de euros (1.500 millones de pesetas) todos los años.
Un presupuesto que lo pagamos todos a través de nuestros impuestos. Hasta los parados que no cobramos ya ni el subsidio del INEM le pagamos a través del IVA. Hasta el mendigo que anda pidiendo por las esquinas le paga, porque con el dinero que recoge de sus limosnas compra pan, compra agua, cargadas de IVA, para pagar parte de los gastos de esta insaciable e inoperante monarquía.
Este rey es un rey nombrado por Franco y que históricamente no merecía asentarse sobre el trono español, porque los españoles, por dos veces, hemos expulsado la monarquía de España (con Isabel II y Alfonso XIII). El dictador nos endosó de nuevo una monarquía que no puso reparos en jurar las leyes dictatoriales franquistas:
(...Vaya... parece que han censurado también este vídeo: ¿es que quieren que los españoles no conozcamos lo que pasó...?)
...¿Qué pasó después de tal juramento? ¿Cometió el Rey perjurio al conculcar las mismas leyes que juró permitiendo la actual Prostitución de 1978?
En absoluto, dirán los leguleyos. Con derogar las leyes franquistas, se acaba el perjurio: Yo juro una ley, luego la derogo y, si no la cumplo, ya no cometo perjurio.
"Tengo mis principios, pero si usted quiere, le puedo ofrecer otros", diría Groucho Marx.
La Constitución de 1978, por otra parte, nos obligó a que, si queríamos democracia, debíamos tener como Jefe de Estado a este Rey y a sus descendientes. Jamás se hizo un referéndum aparte sobre si deseábamos una monarquía o no: si quieres democracia, toma monarquía. Éstas son lentejas.
Y aquí le vemos otra vez, en su periódico papel de defender a Zapatero, en lugar de cumplir con su labor:
¿No es el Rey el que propone a las Cortes el presidente del Gobierno, una vez habidas elecciones?
¿Qué le hubiera costado al Monarca sugerir a las Cortes que hubiera elecciones anticipadas ante la irreversible situación hacia la que se encamina España?
¿Qué le hubiera costado al monarca recordarle a Zapatero, una y otra vez, que convoque democráticamente elecciones anticipadas, antes de que nos hundamos todos.
Pero no. Ahí está nuestro rey. Cobrando y no haciendo nada. Viendo cómo España se desangra en la pobreza y se hunde en la miseria moral, en la disgregación moral y en la desagregación autonómica.
El mal de España no radica en este socialismo de inútiles, que es pasajero y puede remediarse en unas futuras -aunque tardías- elecciones.
El mal de España radica en esta Monarquía, inoperante y consentidora.
2 comentarios:
Lo tremendo es que pretenden sacar uan ley que impida que este tipo de hechos puedan producirse.
O sea; que gritar ¡¡asesino,asesino!! a Aznar, apedrear las sedes del PP y agredir a sus militantes- lo que no mereció, ni siquiera, la reprobación de Zapatero- es un acto de "libertad de expresión de la ciudadanía" y la muestra de un "sentir general".
Pero si se abuchea,pita o abronca a Zapatero, ¡¡ah,amigo!!, entonces es que la caverna ultra toma la calle e impida la celebración del acto.
Qué bonito...
No nos dejan ya, ni el derecho al pataleo.
Ni los cinco millones de parados, ni los que hacen cola en los comedoresa de Cáritas pueden decir "esta boca es mía" ni expresar su desazón y hastio.
Democracia progre en estado puro.
Tienes toda la razón como siempre, Natalia.
Si me permites, me gustaría poner tu inteligente comentario en mi blog principal dentro de un par de días.
Un abrazo :-)
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