Recientemente, las palabras del alcalde Valladolid, León de la Riva, riéndose de la nueva ministra, Leire Pajín, y sus posteriores disculpas públicas, han desencadenado no sólo las esperadas recriminaciones por parte de la Izquierda española, sino también un aluvión de críticas por los miembros de su propio partido, que querían ser más papistas que el Papa, es decir, más sociatas que los mismos socialistas.
Es ésta una tendencia innata en la Derecha española. Si no, me remito a las no tan lejanas y extremadamente exageradas disculpas de don Eduardo García Serrano -periodista al que, por otra parte, admiro- ante la consejera de Sanidad de la Generalitat de Catalunya, Marina Geli. Con una breve y recatada disculpa pública hubiera bastado... pero ese largo arrastrarse a sus pies quedaba fuera de lugar...
...Sobre todo porque esta gente de izquierdas son tan vengativos que, ni por rebozarse mucho en el lodo, le van a quitar a nadie la correspondiente querella...
Constantemente oímos a los socios-listos llamando a cualquier persona que no opine como ellos "fascistas", "fachas", "tontos de los cojones" (el alcalde de Getafe) y "casposos" (no sé qué acomplejamiento deben de tener estos señores de la izquierda con la caspa, que se han inventado esta especie de insulto: por eso buena parte de dichos militantes progres han debido de raparse la cabeza y dejársela como una bola de billar, o como un testis depilado...).
...Y mientras, la Derecha, calladita, asumiendo todos estos improperios, con resignación y arrepentimiento. Como unos buenos y domesticados cobardes.
Pues yo no me privaré de llamar, precisamente, "fascistas" (='totalitarios'), "tontos", "casposos", "amargados", "acomplejados" y "envidiosos" a todos y cada uno de los miembros de la pajarera socialista.
Pues es ni más ni menos lo que son.
"Si te arrepientes ante Dios, te perdonará.
Si te arrepientes ante los hombres, te humillarán".
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