PP: ¿Qué pasa con Gallardón?

Gallardón, protagonizando la portada de Zero
Me dirijo al Partido Popular para plantearles una cuestión que, seguro, que está presente en la mente de muchos de sus votantes, especialmente de los madrileños:

¿Qué pasa con Gallardón?

¿Este señor figurará entre los miembros de un futuro Gobierno del Partido Popular que sustituya a Zapatero?

¿Volverá a ser el candidato a la alcaldía de Madrid en las próximas elecciones municipales?

Voy a decir aquí lo que todos sabemos sabemos, pero que pocos se atreven a decir, y mucho menos a recalcar:

Este señor contraviene en todos sus aspectos el programa de gobierno del Partido Popular:

El que pasará a la historia como el peor alcalde de Madrid no ha hecho otra cosa desde que asentó sus reales en el ayuntamiento que endeudar más y más a los ciudadanos madrileños -hasta extremos indecibles- y ha convertido a nuestra ciudad, no en la capital de España, sino en la capital de la deuda.

Para ello ha emprendido faraónicas obras de dudosa utilidad, pero de infinito dispendio, como ese interminable cierre de la M30 y su acondicionamiento posterior, que desacondiciona totalmente las arcas municipales.

Como al señorito, por otra parte, le parecía poca cosa el edificio del ayuntamiento madrileño, decidió, además, seguir tirando a millones nuestro dinero, transformando el mastodóntico edificio del Palacio de las Comunicaciones de Cibeles en nueva sede de nuestro consistorio. Eso sí, con un despacho pentagonal (pentacular) que le recuerde todos los días quién está al mando del Nuevo Orden Mundial.

¿Es ésta la política de austeridad en el gasto que siempre ha pregonado el PP?

Sigamos, pues:

Como el sujeto en cuestión debía sacar el dinero de alguna parte, no se le ocurrió otra cosa que multiplicar hasta extremos insultantes el IBI (el impuesto de bienes inmuebles, que muchísimas familias tienen dificultades de pagar). Mucho nos recuerda en este aspecto a la escupiente política "liberal" que practicó la Thatcher en el Reino Unido, cuando aumentó brutalmente el susodicho impuesto. Una política que de "liberal" sólo tiene la liberalidad con la que esquilma el ahorro de las familias.

No contento con esta sangría, decidió reinventarse, cual chamarilero engañatontos, el impuesto sobre las basuras, que ya había sido añadido al IBI hace años: los madrileños, pues, estamos pagando doblemente el servicio de recogida de basuras.

¿Es ésta la política de bajada de impuestos que pregona el PP?

El señor Gallardón, además, perdió el culo por ser de los primeros alcaldes que casaban a una pareja homosexual, en el delirio de verse como sacerdote oficiante del mencionado Nuevo Orden Mundial, del que parece ser fiel súbdito.

¿Es esta la política que va a seguir practicando el PP respecto a la pantomima de los matrimonios gays?

Por otra parte, el continuo tirapelos entre el señor Gallardón y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, casi siempre por culpa de este insólito alcalde, nos ha dejado vergonzosos episodios en la que los votantes del PP hemos llegado a decir en algún momento: "tierra, trágame".

¿Es ésta la política coordinada que nos promete el Partido Popular?

Señores del PP:

No hay cosa que más desee en el mundo que el señor Zapatero sea expulsado de La Moncloa y que su recuerdo se encierre en el baúl del olvido, como una pesadilla producto de una mala digestión o de una cruel resaca.

Pero si el señor Gallardón va a volver a presentarse como alcalde de Madrid, les aseguro que no les votaré y que seré capaz de donar mi voto al candidato del PSOE -sea quien sea- que, seguramente, lo hará mejor que él, o, al menos, no lo hará peor.

Y lo que sí les aseguro es que, cuando se acerquen las generales, como no garanticen que este señor no va a ser partícipe del futuro Gobierno del Partido Popular en España, les va a votar su santa madre o su beatífica abuela.