A la matanza de los trenes Atocha se la ha bautizado con el aséptico y anodino nombre de 11M, en fiel imitación del también horrible holocausto neoyorquino del 11S y en un fructífero intento de relacionar ambos acontecimientos, no sólo por la la fecha, sino por la atribuida autoría de ambos.
Pero ya es hora de que empecemos a llamar a la mayor tragedia terrorista de la historia por lo que en realidad fue: la Matanza para la Ascensión del PSOE al poder (MAP).
Es conveniente que vayamos cambiando una denominación por otra, pues todos los acontecimientos que siguieron a semejante carnicería no se circunscribieron al dolor y a la muerte en sí, sino que supuso la ascensión de un partido que tenía completamente perdido su acceso al poder.
Pero la cosa no quedó en un simple cambio de Gobierno.
En la normalidad democrática, los partidos se suceden a otros y no pasa absolutamente nada:Cuando el PSOE sustituyó a la UCD no hubo un cambio sustancial en la trayectoria de España: el impulso antiautárquico que supuso la incorporación a la OTAN por parte de la UCD fue continuado por la incorporación a la CEE (UE) de la mano de aquel primer PSOE. El país no estuvo exento de crisis económicas y corruptelas varias, pero eso siempre ha sido un problema endémico de España, problema al que debemos nuestro sempiterno atraso con respecto al Occidente avanzado. En aquellos momentos, el vicepresidente Alfonso Guerra -que parecía inteligente pero se quedó sólo en listo- dijo dos frases que no se cumplieron: "A España no la va a conocer ni la madre que la parió" y "Andalucía se convertirá en la California europea".
Años después, tras el nuevo advenimiento del PSOE al poder y tras la matanza de los trenes de Atocha, una de dichas frases sigue sin cumplirse: Andalucía todavía no es la California europea y, más bien, parece haberse convertido en el Marruecos español.
Pero la otra profecía sí parece haberse cumplido plenamente: a España ya no la conoce ni la madre que la parió.
Los drásticos cambios en España han caído unos sobre otros, como en una ignominiosa avalancha, durante estas dos legislaturas socialistas:
Y todo se lo debemos a ese cobarde atentado que traerá más repercusiones históricas a nuestro país que aquel otro infame asesinato orquestado por la izquierda -el de Calvo Sotelo- y que fue el detonante de la anterior -que no última- Guerra Civil.
Qui prodest? ¿A quién benefició esa acción? Es la pregunta que suele hacerse para averiguar la autoría de un atentado.
La Justicia, oficialmente, ha atribuido dicha autoría al islamismo. Pero la sentencia nos dejó a todos perplejos por la exculpación de la mayoría de los acusados.
Más extraña y sospechosa aún fue la inmediata eliminación de las toneladas de chatarra producto de la matanza. Mientras que, tras un accidente aéreo, se conservan durante años y años, en hangares, los restos de la catástrofe, aquí faltó tiempo para que las condujeran al vertedero del olvido.
El extraño suceso de la profanación de la tumba del policia muerto en el asalto al piso de Leganés sigue sembrando dudas, puesto que unos islamistas jamás profanarían restos humanos -ni siquiera del enemigo- pues El Corán es explícito al respecto: quienes realizaron tal profanación no eran, desde luego, islamistas.
Se habló de que en la explosión del piso de Leganés había cuerpos descuartizados, pero no manchas de sangre: como si los cuerpos puestos allí ya estuvieran muertos y tuvieran, por tanto, la sangre coagulada. ¿Se ha desmentido este extremo? Hasta el momento, no. Sólo silencio.
Recientemente se ha comentado, en distintos medios de comunicación, que sí han aparecido restos del explosivo que supuestamente nunca existió y que, por lo tanto, vincularía a ETA con el atentado. ¿Se ha desmentido esta afirmación? Hasta el momento, no. Sólo silencio.
Qui prodest?
¿A quién ha beneficiado esta acción?
¿A ETA, que, con el ascenso del PSOE al poder, tuvo la oportunidad de ser creída en un falso alto el fuego que la permitió rearmarse?
¿A los musulmanes que, progresivamente, han ido aumentando sus prerrogativas e implantación por parte de nuestro sumiso Gobierno?
¿Al PSOE, que ha recuperado el poder para cumplir con su obvio proyecto de destruir definitivamente España?
Qui prodest?
¿A todos ellos? ¿A ninguno?
Qui prodest?
Años después, tras el nuevo advenimiento del PSOE al poder y tras la matanza de los trenes de Atocha, una de dichas frases sigue sin cumplirse: Andalucía todavía no es la California europea y, más bien, parece haberse convertido en el Marruecos español.
Pero la otra profecía sí parece haberse cumplido plenamente: a España ya no la conoce ni la madre que la parió.
Los drásticos cambios en España han caído unos sobre otros, como en una ignominiosa avalancha, durante estas dos legislaturas socialistas:
- Se ha establecido como algo normal y lógico el matrimonio homosexual.
- Las menores pueden abortar sin el consentimiento de los padres, y se han ampliado todos los supuestos y plazos del aborto.
- Se ha arrinconado a la Iglesia Católica, persiguiendo enfermizamente sus símbolos, como los crucifijos y belenes en los colegios.
- Por el contrario, desde el Gobierno se protege por todos los medios a la progresiva invasión islámica, haciendo la vista gorda ante la masiva inmigración ilegal y ante la vergonzosa opresión islamista contra la mujer: mientras que el socialismo prohíbe explícitamente el uso de crucifijos en las escuelas, hace todo lo posible para que las alumnas musulmanas vayan tocadas con un hiyab o para que las mujeres puedan pasear libremente por las calles con esa cárcel de tela llamada burka o niqab.
- La blasfemia anticristiana ha proliferado hasta extremos indecibles en las cadenas televisivas felpúdicas del Gobierno sin que éste haga nada al respecto.
- El efermizo recuerdo de una parte de las víctimas de la Guerra Civil, mediante una memoria que sólo puede calificarse de histérica y que está restaurando un creciente ambiente prebélico, asoma a diario.
- La cobarde sumisión de todos a una parte de España -a Cataluña-, a la porción más desleal de nuestra Patria, mediante las sumisas palabras "Yo apoyaré el estatuto que Cataluña quiera" se ha hecho realidad. Me gustaría que este Satanás gobernante dijera lo mismo de las demás comunidades: "Yo apoyaré el estatuto que Madrid quiera" o "Yo apoyaré el estatuto que La Rioja desee".
- La mayor crisis económica jamás habida en España, que ha dejado en la cuneta a cinco millones de parados -entre los que me encuentro-, un déficit febril y un endeudamiento que seguirá resonando durante generaciones, ha cobrado cuerpo. Y todo ello por las políticas coscientemente dilapidadoras del erario público que ha practicado este maquiavélico Gobierno socialista.
Y todo se lo debemos a ese cobarde atentado que traerá más repercusiones históricas a nuestro país que aquel otro infame asesinato orquestado por la izquierda -el de Calvo Sotelo- y que fue el detonante de la anterior -que no última- Guerra Civil.
Qui prodest? ¿A quién benefició esa acción? Es la pregunta que suele hacerse para averiguar la autoría de un atentado.
La Justicia, oficialmente, ha atribuido dicha autoría al islamismo. Pero la sentencia nos dejó a todos perplejos por la exculpación de la mayoría de los acusados.
Más extraña y sospechosa aún fue la inmediata eliminación de las toneladas de chatarra producto de la matanza. Mientras que, tras un accidente aéreo, se conservan durante años y años, en hangares, los restos de la catástrofe, aquí faltó tiempo para que las condujeran al vertedero del olvido.
El extraño suceso de la profanación de la tumba del policia muerto en el asalto al piso de Leganés sigue sembrando dudas, puesto que unos islamistas jamás profanarían restos humanos -ni siquiera del enemigo- pues El Corán es explícito al respecto: quienes realizaron tal profanación no eran, desde luego, islamistas.
Se habló de que en la explosión del piso de Leganés había cuerpos descuartizados, pero no manchas de sangre: como si los cuerpos puestos allí ya estuvieran muertos y tuvieran, por tanto, la sangre coagulada. ¿Se ha desmentido este extremo? Hasta el momento, no. Sólo silencio.
Recientemente se ha comentado, en distintos medios de comunicación, que sí han aparecido restos del explosivo que supuestamente nunca existió y que, por lo tanto, vincularía a ETA con el atentado. ¿Se ha desmentido esta afirmación? Hasta el momento, no. Sólo silencio.
Qui prodest?
¿A quién ha beneficiado esta acción?
¿A ETA, que, con el ascenso del PSOE al poder, tuvo la oportunidad de ser creída en un falso alto el fuego que la permitió rearmarse?
¿A los musulmanes que, progresivamente, han ido aumentando sus prerrogativas e implantación por parte de nuestro sumiso Gobierno?
¿Al PSOE, que ha recuperado el poder para cumplir con su obvio proyecto de destruir definitivamente España?
Qui prodest?
¿A todos ellos? ¿A ninguno?
Qui prodest?
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