Existe una "sujeta" por la red que, no teniendo otra cosa que hacer, se dedica al peligroso y ridículo arte de la difamación.
Aquí me acusaba de "peligroso ciberdelincuente" sencillamente porque Blogger, el martes 6 de julio de 2010, estuvo teniendo un problema general con los comentarios de casi todos los blogs. Como pudisteis comprobar, acabó por borrar la entrada, pero capturé la imagen de la búsqueda de la citada entrada, que podéis ver pulsando aquí. Aunque creyera que, con un simple borrado de entradas todo estaba solucionado, no es así, ya que, cualquier acción que hagamos de escritura o borrado, queda almacenada, como podréis ver en la versión que queda grabada aquí en caché. Le di un plazo de 24 horas para que se disculpara públicamente de todas y cada una de las acusaciones que, vilmente ha dirigido contra mí, no sólo para que borrase dicha entrada difamatoria. No lo ha hecho, así que emprenderé las acciones pertinentes con toda inmediatez.
Por otra, parte, tampoco ha evitado el insulto directo contra mí, como podéis ver en este otro insultante post, en el que tranquilamente me llama "gilipollas", que también he capturado aquí, por si lo intenta borrar, y que pronto tendremos en caché.
Aquel día, todos los comentarios que me llegaban al correo después no aparecían en mi propio blog. Ni siquiera los soezmente insultantes improperios de un faraón amigo suyo, muy "amiguito" de la "individua" en cuestión y que, por sus infantiles insultos, imagino que pueda ser el nieto de la misma. Era un problema general de Blogger, pero esta difamadora persona me echó la culpa a mí.
Primero la emprendió con De Valero y con Caballero ZP. Luego con Zadlander. Ahora conmigo.
Lo de Zadlander es aún peor, pues está dirigendo públicamente insultos contra un menor y ridiculizándolo delante de miles de usuarios de Internet, lo cual constituye un "presunto" delito. Animo, pues, a Zadlander a interponga, no sólo una querella por lo civil por los daños morales emprendidos contra su persona, sino, especialmente, una denuncia penal por vejación a un menor, que, gracias, a Dios, en España está muy castigada. Tienes todas las de ganar, Zadlander, y a esta "señora" se le acabarán por caer todos sus alborotados pelos. Aquí te guardo la versión en caché del susodicho vómito, por si a este sujeto se le ocurre inútilmente borrar la entrada para ocultar todo rastro.
Hay gente que, para que lean sus totalmente insípidos blogs, necesita insultar a los demás y, sobre todo, difamar.
Pero la verdad, al final, desvela a estas personas que sólo esperan alcanzar el éxito a costa de la fama ajena.
El ridículo de algunos es la mejor recompensa.
Aquel día, todos los comentarios que me llegaban al correo después no aparecían en mi propio blog. Ni siquiera los soezmente insultantes improperios de un faraón amigo suyo, muy "amiguito" de la "individua" en cuestión y que, por sus infantiles insultos, imagino que pueda ser el nieto de la misma. Era un problema general de Blogger, pero esta difamadora persona me echó la culpa a mí.
Primero la emprendió con De Valero y con Caballero ZP. Luego con Zadlander. Ahora conmigo.
Lo de Zadlander es aún peor, pues está dirigendo públicamente insultos contra un menor y ridiculizándolo delante de miles de usuarios de Internet, lo cual constituye un "presunto" delito. Animo, pues, a Zadlander a interponga, no sólo una querella por lo civil por los daños morales emprendidos contra su persona, sino, especialmente, una denuncia penal por vejación a un menor, que, gracias, a Dios, en España está muy castigada. Tienes todas las de ganar, Zadlander, y a esta "señora" se le acabarán por caer todos sus alborotados pelos. Aquí te guardo la versión en caché del susodicho vómito, por si a este sujeto se le ocurre inútilmente borrar la entrada para ocultar todo rastro.
Hay gente que, para que lean sus totalmente insípidos blogs, necesita insultar a los demás y, sobre todo, difamar.
Pero la verdad, al final, desvela a estas personas que sólo esperan alcanzar el éxito a costa de la fama ajena.
El ridículo de algunos es la mejor recompensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario