Si hay algo que me enerva desde que fue aprobada esta maldita Constitución del 78 es la hora del parte meteorológico en cualquier emisora de televisión.
Podemos observar, desde hace más de treinta años, que todas siguen el mismo patrón a la hora de describir el tiempo en las distintas regiones españolas:
Primero empiezan por arriba a la izquierda -es decir, por el Noroeste-, describiendo el siempre idéntico tiempo de lluvias cantábricas -sobre las que se detienen un largo rato-, regocijándose en el eternamente gris estado atmosférico de gallegos, astures cántabros y sobre todo, (sobre todo) vascos. El tiempo en esas norteñas y tristes tierras siempre es el mismo, pero la descripción de éste se lleva habitualmente más de la tercera parte del informe meteorológico.
En lugar de seguir hacia abajo, prefieren seguir en horizontal, a la derecha, hacia Aragón y especialmente (especialmente) Cataluña, donde otro tercio del tiempo queda consumido.
El último tercio queda para "el resto" de España (o "los restos", diría yo).
Ahora la descripción sí que sigue hacia abajo, en lugar de volver a la izquierda, como los carros de las máquinas de escribir: a continuación se describe el tiempo de Valencia.
Pero... ¡oh sorpresa!, en lugar de seguir hacia la izquierda describiendo el tiempo de Castilla-La Mancha, la descripción da ¡un salto acrobático! (ahora sí) a la izquierda y... ¡hacia arriba!, para hablarnos de Castilla y León...
"Ahora sí le tocara a Madrid" (pienso...).
Pues no.
A Madrid la incluyen dentro de un "totum revolutum" compuesto por Extremadura, Castilla-La Mancha y ella misma. Y, dentro de la descripción meteorológica de esa "tierra de nadie", el último lugar -por supuesto- es para Madrid: primero Extremadura, luego la tierraquesos y -por último- la innombrablecentralistajacobinopresora "Madrid".
Al final, un saltito rápido nos envía brevemente a las olvidadas Andalucía y Canarias, y el tiempo se acabó.
Que yo sepa, Madrid es la CAPITAL de España. "Capital" viene del latín "caput -itis" que significa 'cabeza': es decir, la parte "principal" del cuerpo que es España.
Habría dos lógicas descripciones del mapa meteorológico: una que comenzara por la cabeza del Estado y otra -más neutra y deseable- que empezara de izquierda a derecha (o de derecha a izquierda) en franjas estrictamente horizontales (o de arriba abajo o viceversa en franjas estrictamente verticales).
Pero no:
Vemos un continuum de saltos acrobáticos cuya única intención es dejar a Madrid en la posición más atrasada posible.
El sueño de estos acomplejados diseñadores de informativos sería que España estuviese más al sur.
...O que la capital fuera -por ejemplo- Sevilla o Las Palmas de Gran Canaria.
Yo les voy a dar una gran idea a estos paletonazis histéricos que buscan por todos los medios ningunear a Madrid, para que aún se queden más contentos...
Realicen una descripción en espiral:
Comiencen, primero, por los consabidos muchachorros del Norte y sigan, a continuación, por el resto de regiones periféricas hasta concluir en el centro de la misma en la innombrable Madrid, capital del "Estado español" (que no de España).
De esta forma, sus periféricamente disociadas mentes quedarán mucho más complacidas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario