No nos extraña la calificación de Público, puesto que "el ladrón cree que todos son de su condición" y, al igual que los tontos creen que todos los demás son tontos, los ultras ven ultras por todas partes.
Lo grave del asunto es que, desde una institución pública, como es el Ministerio de la Presidencia, mantenido con los impuestos de todos los españoles -incluso los de los miembros de las citadas plataformas- se vete el acceso a la información a organizaciones completamente legales, por el mero hecho de no compartir su credo político.
El nuevo fascismo-socialismo, la nueva y acomplejada censura informativa totalitaria, se ha instalado por completo en España.
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