Noticias Curiosas - Humor - Conspiraciones - Misterios - Misterios de: Marte - La Luna - El Espacio - Ex Paña
Frases lapidarias - Medicina - Ciencia - Tecnología - Zoología - Biología - Costumbres - Records - Historia

Colaboradores de este blog (pulsa en los recuadros para leer sus artículos):

 Fran 
 Sol 
 Eluge 
 Darky 
 Jupa 

Zapatero - Rajoy - Crisis... what crisis? - La Casa Irreal - La Casa Real - Los separabobos - El rincón de los hipócritas
El rincón del conspiranoico - Historia de España - Frases lapidarias - Encuestas - Hedukazion - Economía
Ateítos sin Fronteras - El rincón de los tontos - La Justicia sí que es ciega - Islam - Poemario - Internet
Misterios de Marte - Misterios de la Luna - Misterios del Universo - Misterios de Japeto - 666 - Nuevo Orden Mundial
Notishias kurioshas - Humor - Filosofía en babuchas - Religión - Varietés - La pobreza - El gran latrocinio - Ecologismo
Consultas a nuestros colaboradores - Di Lo Ke Kieras - Premios de nuestros colaboradores - El gran latrocinio
AYUDA - TODOS LOS CONTENIDOS
NORMAS DE DI LO KE KIERAS - ¡Escribe tú también en Di Lo Ke Kieras! - BLOGOSFERA DEL TRABAJO
México - Venezuela - Argentina - Brasil - Estados Unidos
España
- Madrid - Galicia - Extremadura - Asturias - Canarias - Navarra - País Vasco - Aragón - Valencia - Baleares - Cataluña

NO TE PIERDAS HOY.....

Mostrando entradas con la etiqueta Linguolocuras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Linguolocuras. Mostrar todas las entradas

sábado, 3 de diciembre de 2011

La importancia de la H en nuestra vida


Queridos amigos:

El cuidado de la ortografía es esencial para nuestra vida, para nuestro equilibrio físico y psicológico e, incluso para que nuestra especie sobreviva...

Os voy a poner un ejemplo:

La importancia de la "H", en nuestro idioma, es radical, pues no es lo mismo estar "hecho polvo" que "echar un polvo"...

Aunque cierta relación sí hay... Primero lo segundo y segundo lo primero... :-)



domingo, 20 de marzo de 2011

Sortu

Éste es el artículo más "políticamente" incorrecto que he escrito hasta la fecha. En realidad no tiene la categoría siquiera de artículo, sino de vómito contra ese vomitorio asentado en el norte de España y al que los cobardes, sumisos y acomplejados españolitos setentayochoconstitucionalistas denominan "país".

País de Asco, en mi argot.

Desde hace tiempo, llevo partiéndome esa parte del cuerpo que, ya de por sí está partida en dos partes, riéndome de la denominación de ese partidajo que han bautizado como "Sortu" y en el que se reúnen, en alegre conmandita, todos los etarras y simpatizantes etárricos habidos y por haber, que quieren seguir vampirizando del dinero de los españoles, no contentos con sus continuas extorsiones y, antaño, secuestros.

Como decía, cada vez que veo ese nombre ("Sortu") me desternillo y hasta me destornillo los engranajes -como ustedes deseen-, por la siguiente razón:

"Sortu" es una palabra vasca proveniente del latín "ortus" ('amanecer', 'orto').

El vasco, ese idioma irrisorio que ha ido recogiendo los distintos dialectos que se hablaban en los variopintos valles vascones, unificándolo en una koiné artificial denominada vasco batúa (que no bantú, que, para el caso, es lo mismo) tiene tendencia a recoger palabras latinas y deformarlas de la forma más ridícula...

¿Ridícula...? ¿Por qué...?, se preguntarán...

Hablo de ridículo porque la mencionada "s" que han añadido al ortus latino me recuerda tremendamente a la "s" que los diversos paletoides hispanos añaden a cultas expresiones tipo: "sus quedáis aquí y yo me voy", "sus estéis quietos, coño", "sos voy a dar una hostia" y semejantes lindezas garcilasianas...

Hablando de "hostias"... Recordemos todos que San Sebastián se dice en vascuence Donostia... Don Ostia... Vamos, "el señor que reparte hostias", todo muy apropiado para esa región de racistas acomplejados que no han cejado en toda su historia de insultarnos al resto de los españoles con el cariñoso y dulce nombres de maketos y de adorar a un filorracista emboinado llamado Sabino Arana, que no se cortaba en absoluto cuando decía que el resto de los españoles éramos un pueblo de "costumbres afeminadas".

Como decía, esto no es un artículo, porque no goza del equilibrio, ecuanimidad y mínima perspectiva filológica que debiera tener...

No es un artículo, pero espero que sea una leve bofetada sobre la inmensa caradura de ese pueblo que nunca mereció pertenecer a España...



martes, 21 de septiembre de 2010

El acomplejamiento lingüístico


Contemplo con curiosidad cómo el idioma español ha cumplido en los países hispanoamericanos lo que podríamos llamar un curioso y progresivo "proceso de acomplejamiento".

Con acomplejamiento me refiero al hecho de considerar tabú muchas expresiones y de empobrecer la rica sinonimia en otras.

Por ejemplo: En la mayoría de los países hispanoamericanos no se puede usar el corrientísimo verbo "coger", porque lo han convertido en sinónimo de "fornicar". En su lugar, debido a dicho acomplejamiento autoimpuesto, adoptan -según el país- otras formas tales como "asir", "tomar", "atrapar" o "agarrar". Incluso esta última expresión no se puede decir tampoco es algunas de estas naciones, porque también es sinónimo de lo mismo.

Me acuerdo de que, cuando hace años trabajé en una editorial española cuya mayor parte de las ventas se realizaban en Hispanoamérica, debíamos corregir cualquier aparición de la dichosa palabra "coger", para que nuestros amigos sudamericanos no se llevaran las manos a la cabeza como histéricas cursis abochornadas por un exabrupto.

Era muy difícil sustituir dicho verbo por otro, como "asir" o "atrapar", sin que resultara raro al lector español, al que también iba dirigida dicha edición ("tomar" tampoco servía pues lo han transformado en "beber" en muchos de estos países).

En fin, que el empleo del verbo "coger" me producía una desazón de la que aún no me he recuperado y, muchas veces, cuando lo voy a pronunciar, me paro brevemente como si fuera a lanzar un deleznable improperio contra mi contertulio.

En fin, el nadar en aguas del acomplejamiento ajeno acaba ahogándote a ti mismo...

Tampoco puede decirse en esas tierras "concha" ni "bollo", porque, dependiendo del país, ambos términos se refieren al sexo de la mujer.

Es decir, en la mayoría de estos países han ido convirtiendo una serie de palabras vulgares en auténticos vulgarismos... Uno a veces no sabe cómo hablar allí sin meter la pata y sin que te vean como a un tonto, sin que esos hablantes comprendan que la estupidez que ven en ti no es sino un espejo que refleja su estulticia.

En cuanto al empobrecimiento de la sinonimia al que me referí al principio, les dejo aquí algunos ejemplos:

En Hispanoamérica no se dice nunca "allí", sino "allá". En España podemos decir "allí" y "alla". Tampoco dicen "aquí", sino "acá". En España podemos usar ambos términos.

Nunca oirás decir a un hispanoamericano "bonito", sino "lindo". En España decimos tanto "lindo" como "bonito".

En fin, que no me vengan con la típica frase del arquetípico pelota español que siempre anda diciendo que "en Hispanomérica la riqueza lingüística es superior a la española"... porque no, pues esa afirmación es más falsa que un Judas de cartón.




sábado, 21 de agosto de 2010

Orgulloso de hablar español


En una reciente encuesta, difundida por los medios de comunicación, realizada a los turistas que vienen a España, acerca de lo que menos les gusta de nuestro país, me llamó la atención una de sus respuestas: la imposibilidad de poder comunicarse bien con los españoles ante la "carencia de idiomas" de éstos.

Es decir, estos camiseteros y, en buena parte, etílicos visitantes que nos invaden todos los años piensan en la obligación que tenemos los españoles de conocer todos los idiomas habidos y por haber...

Bueno, se sobrentiende que se referían al escaso dominio del inglés que poseemos, claro, instituido por la fuerza del dinero y de las armas en la "lengua universal"...

Pero lo que a muchos se les puede antojar como carencia, a mí me llena totalmente de orgullo:

Si en España habláramos sólo en una lengua minoritaria, como el catalán, el vasco o el guaraní, podría comprender el acomplejamiento sobrevenido ante tal falta de cultura lingüística...

Pero el hecho de expresarnos en la tercera lengua del mundo por número de hablantes (tras el chino y el inglés) y en la segunda lengua materna (sólo tras el chino) me parece que no merece tal autofustigamiento y que, al igual que los anglosajones y los chinos no emigrantes no hacen el menor esfuerzo por aprender otras lenguas, los españoles debemos hacer lo mismo, es decir: promocionar nuestra lengua haciendo que los demás tengan que aprenderla para comunicarse con todo el mundo hispanohablante.

Es decir: si desean hacer negocios con nosotros, que aprendan nuestra lengua.

Sé que mi opinión va a contracorriente -como todo este blog-, pero siempre he pensado que debemos pagar con la misma moneda con que nos pagan a nosotros.

El español es la lengua del futuro, y, en breves décadas, arrinconará al inglés -la única lengua del mundo en que, si lees por primera vez una palabra, no sabrás cómo pronunciarla.

Se escandalizarán ante mis ideas todos los pijiprogres y pijicarcas que llevan a sus hijos a colegios bilingües, puesto que no querrán tirar a la basura la generosa "inversión" realizada por las susodichas castas parasitarias para que sus hijos sigan dominando la sociedad, como lo han estado haciendo ellos mismos durante décadas.

Quitémonos, pues, los complejos y aprendamos a enseñorearnos por todo el mundo con nuestra lengua, la más bella, la más amada y la más digna.




miércoles, 11 de agosto de 2010

Nueva definición de "fascista"

fascista.

1. adj. Dícese de aquel totalitario que insulta con la palabra 'fascista' a todo aquel que no comparte su opinión.




sábado, 31 de julio de 2010

Xenofobia

(c) bacteriaopina.blogspot.com

Razonaba hace unos cuantos días con un histérico lector sobre el tan manido tema de la xenofobia y del racismo.

Recitaba este sujeto la típica letanía de todos los extremistas (que todavía siguen sin comprender por qué nadie les vota, jeje) de que el hecho de que él odiase el Islam no significaba que fuera racista ni xenófobo. Argumentaba -no sin cierta razón- que el odiar a una cultura no implicaba odiar a una raza, sino a la cultura en sí.

El DRAE define simplemente xenofobia como 'Odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros'.

Es cierto que la gente que odia sólo a una determinada cultura o a un conjunto de costumbres están desamparaditos -pobrecillos- por nuestro artrósico diccionario oficial. Así que, desde aquí, proponemos una segunda acepción para el susodicho vocablo, que sea 'Odio, repugnancia u hostilidad hacia lo extranjero', pues, en muchas ocasiones, se emplea esta palabra en este sentido.

Propongo, además, un nuevo vocablo: alienofobia (de alienus = 'ajeno'), es decir 'odio a lo ajeno, odio a lo extraño'.

No me harán caso, como es habitual, pero me da lo mismo. A partir de ahora será un vocablo que emplee con cierta frecuencia, ya que el tema está de actualidad.

Y si no les gusta la palabreja a nuestros insignes académicos, siempre pueden recurrir a Bobaina Aído ("generadora de palabras", como Homero la hubiera definido en La Ilíada)...




miércoles, 30 de junio de 2010

La Prostitución de 1978 (2) - Los artículos incumplibles (Primera Parte)


"La Constitución de 1978 está muerta y bien muerta".

Inauguramos aquí una serie de artículos que pretenden mostrar cómo la Constitución Española de 1978 es la peor Constitución jamás proclamada a lo largo de la Historia de España y cómo este espasmódico engendro legislativo está conduciendo progresivamente a la completa destrucción de nuestra amada Patria: España (amada sólo para los bien nacidos y odiosa para los racistas y xenófobos nazionalistas que han proliferado en los últimos años como setas venenosas).

Nos centraremos, en primer lugar, en los denominados "artículos incumplibles" y, por supuesto, incumplidos:

Hace años, el conocido dirigente comunista Julio Anguita ya dijo que lo mejor de esta Constitución eran los artículos que nunca se cumplían. Y no le faltaba razón en ello.

Empecemos, pues, por algunos de los artículos de su Título Preliminar y nos centraremos hoy en el artículo 2:

Artículo 2. "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas."

¿Alguno de ustedes atisba esa "indisoluble unidad" por alguna parte? Porque yo no. ¿Han ejercido la Monarquía y el Gobierno alguna vez sus funciones para propiciar la unidad española? Jamás.

Ambas instituciones han practicado un auténtico laissez-faire ('dejad hacer') en el que cada "ente autónomo" redactaba su propio estatuto separatista y separador, hasta llegar a vomitivos resultados como el actual Estatuto de Cataluña, anteayer mismo declarado "constitucional" en su mayor parte. Una absoluta dejación de poderes por parte de esta Monarquía, que chupa de nuestros presupuestos como un insaciable mosquito, y por parte de los distintos gobiernos -tanto de derechas como de izquierdas- que han ido sucediéndose en comandita en esta farsa de democracia.

Distingue el vomitorio legal, por otra parte, entre "nacionalidades" y "regiones", conculcando el principio de igualdad entre todos los españoles.

¿Qué es una nacionalidad? ¿Qué es una región? "Nacionalidad" es un concepto inventado, ex profeso, para este engendro legislativo. Hasta la edición de 2001, el Diccionario de la Real Academia Española sólo recogía dos acepciones:

1. f. Condición y carácter peculiar de los pueblos y habitantes de una nación.

2. f. Estado propio de la persona nacida o naturalizada en una nación.

En la mencionada fecha, la mencionada institución cultural le añadió dos nuevas acepciones:

3. f. Esp. Comunidad autónoma a la que, en su Estatuto, se le reconoce una especial identidad histórica y cultural.

4. f. Esp. Denominación oficial de algunas comunidades autónomas españolas.

Es decir, la lacaya Academia intentó adaptar la lengua a la política y no se limitó a lo que debiera haber hecho y siempre hizo: describir el uso habitual de la lengua.

La operación de la Academia sería similar a que hoy admitiese el uso de la palabra "miembra", como sugirió la ministra Bobaina Aído. Es decir: la lengua al servicio de los políticos.

En la Constitución no se indica qué distingue una nacionalidad de una región, aunque la intención de los beodos redactores de la misma fue la de considerar "nacionalidades históricas" a aquellas que ya habían sido alguna vez entidades autónomas, como Cataluña y el ¿País? Vasco, entidades que, por otra parte "adquirieron" dicha categoría debido a la violenta presión que ejercieron contra la ridícula II República.

Por tanto, el hecho de que Andalucía adquiriera posteriormente la condición de "nacionalidad histórica" es un sinsentido más, propiciado por esta separadora "Ley de leyes" que, desde que fue engendrada, sólo ha pretendido fomentar la cizaña y la desigualdad entre todos los españoles.

La misma Constitución que, hipócritamente, proclama la "indisoluble unidad de España" es la misma que propicia precisamente su solubilidad, como si de un despreciable e insignificante azucarillo se tratase...

(Continuará...)




viernes, 30 de abril de 2010

Putas gordas

(c) Wikimedia Commons


En una de mis habituales sesiones de pajines mentales, mediante las cuales conseguiré que alguna vez sobrevenga la sabiduría definitiva a la humanidad, me dio por pensar en lo conveniente que es estar en el lugar oportuno en el momento conveniente.

Esto es aplicable perfectamente a nuestra lengua.

Me explico:

Si se nos ocurre decir "Putas gordas", este enunciado es anfibológico, es decir, polisémico: Podemos referirnos tanto a unas señoras de olvidadiza moral que gustan frecuentemente de atiborrarse de butifarra catalana como, por otra parte, estar expresando una aversión total a todas las rollizas del mundo. Este último matiz se vería acentuado si añadimos los consabidos signos de admiración (¡!).

Sin embargo, si decimos "Gordas putas", por el contrario, la anfibología prácticamente desaparece, pues casi todo quisqui entendería que nos estamos refiriendo a las susodichas jamonas que, además, en sus ratos de esparcimiento, gozan del cultural pasatiempo del meretrizaje.

De todo esto podemos deducir, por tanto, que es extremadamente importante la posición, tanto en la lengua, como en la escala social, como en la cama con la señora.

Related Posts with Thumbnails