Con 5.264 kilómetros de diámetro, Ganímedes es el satélite de Júpiter más grande, y también el más grande del Sistema Solar. Es un mundo bastante más grande que el planeta Mercurio, aunque sólo tiene la mitad de su masa.
Ganímedes posee una delgada atmósfera de oxígeno (como Europa), un considerable campo magnético, como en la Tierra (generado por el movimiento de materiales conductores en su interior), y está cubierto por una corteza de hielo. Debajo escondería un manto rocoso y un núcleo de hierro. Aunque también se ha especulado con que la corteza de hielo flotaría sobre un manto fangoso que podría contener una capa de agua líquida.
La superficie de Ganímedes muestra zonas muy viejas, oscuras y cargadas de cráteres (que se ven como manchas brillantes), y otras regiones mucho más suaves y claras, con fisuras de posible origen tectónico.
La corteza de Ganímedes parece estar dividida en placas tectónicas, como la Tierra. También se han observado flujos de lava ya solidificada. En este sentido, Ganímedes puede ser más similar a la Tierra que cualquiera de los planetas, Venus o Marte especialmente, (aunque no hay ninguna evidencia de actividad tectónica reciente.
El rasgo más sobresaliente de la superficie de Ganímedes es una llanura oscura llamada Galileo Regio, así como una serie de anillos concéntricos, que son remanentes de un cráter de impacto antiguo, aunque se encuentra muy borrado por la actividad geológica subsiguiente.
Ganímedes ha sido siempre fuente de especulación en la ufología clásica como posible lugar de asentamiento de civilizaciones extraterrestres.
Fuente: Mariano Ribas, en Cielo Sur, y Wikipedia.
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