La finalidad de esta nueva asignatura no es otra que la de enseñar a nuestros más tiernos infantes que las relaciones homosexuales son tan naturales y loables como las ya anticuadas relaciones heterosexuales (...y además no generan esas molestias colaterales que se llaman niños y que luego hay que tratar con un incómodo aborto...), todavía practicadas por la inmensa mayoría de la Humanidad (tan atrasada ella... así está el mundo...).
Por supuesto, toda la asignatura no trata de este tema, que se introduce de refilón, así como quien no quiere la cosa... El resto de la asignatura enseña cosas unánimemente aceptadas, como la democracia, la igualdad entre hombres y mujeres, los derechos constitucionales, etc., etc., pero esto no es más que el gran caramelo que envuelve el auténtico núcleo interior, y que no es otro que el de, si no promover la homosexualidad a tutiplén, sí equipararla a las caducas prácticas sexuales de toda la vida.
Nos parece muy bien que a los homosexuales se les dé la completa libertad para que hagan los que les dé la gana o que digan lo que se les venga a las mientes, pero lo que es inexcusable es que obligatoriamente quieran adoctrinar a nuestros hijos en sus innovadoras prácticas y creencias.
Los que hemos sido educados en alguna religión, creemos que la homosexualidad es una práctica totalmente negativa (por decirlo suave) y, podremos estar equivocados o no, pero lo que no nos pueden es quitar el derecho de EDUCAR A NUESTROS HIJOS COMO NOSOTROS CREEMOS, igual que no queremos quitar a los homosexuales el derecho de hacer lo que quieran o de decir lo que deseen.
Recordemos que en las tres religiones del Libro:
1. Judaísmo.
2. Cristianismo.
3. Islam.
y también en el
4. Budismo.
la homosexualidad es considerada un gravísimo pecado.
...Y no olvidemos tampoco que más de las tres cuartas partes de la Humanidad practica (equivocadamente o no) alguna de estas religiones.
Déjennos educar a nuestros hijos como pensemos (aunque estuviéramos equivocados), igual que dejamos que el tercer sexo haga o diga lo que quiera.
El tristísimo e histéricamente histórico Gobierno del señor Zapatero está emulando a pasos agigantados a aquel otro triste dictador llamado Francisco Franco, que, entre lecciones sobre buen comportamiento urbano, intercalaba las glorias de la Falange y de las Leyes Fundamentales del Estado, en esa otra vergozosa asignatura, precedente exacto de la actual ley socialista ,que se llamaba Educación Cívico Social.
El mundo da muchas vueltas para acabar siempre en el mismo sitio.
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