Sobre los títeres

Mucho se habla en la Wikipedia sobre los títeres y se los considera meros nombres de usuarios creados por un único editor (o titiritero) con el fin de multiplicar sus votos o darse la razón a sí mismo en las discusiones. Es el títere, digamos clásico.

Pero hay muchos otros tipos de títeres:

Está también el títere adoptivo: Alguien que, en comunión de ideas con otro editor, decide en ocasiones hacerse pasar por títere de él. Es arriesgado, pero es un acto de solidaridad en estos tiempos de represión de la libertad informativa.

También tenemos el títere involuntario: alguien que coincide en gustos o en opinión con el titiritero, pero que, a lo mejor, ni siquiera le conoce y que se ve represaliado por la Inquisición Bibliotecaria creyéndole títere de éste. Más grave es aún si el presunto títere no le conoce ni se solidariza con el titiritero, ni comparte sus mismos gustos, pero se ve bloqueado para siempre porque -¡oh triste destino!- comparte una misma dirección IP con él, porque trabajan desde el mismo cibercafé. Esto es ciertamente infernal cuando el titiritero edita desde una pequeña población en la que escasean los susodichos cibercafés o en la que sólo hay uno: el pueblo entero puede quedarse sin editar en la Wikipedia (tampoco es que se pierdan gran cosa...).

Y, por último, tenemos al titiritero que, en realidad, no es tal, sino un títere de otro usuario cuyo historial permanece impoluto. El auténtico titiritero del titiritero puede llegar a ser bibliotecario y, en caso de necesidad, llegar a bloquear a sus propios títeres, para disipar sospechas. Puede, en algunos casos, llegar a dimitir ruidosamente como bibliotecario para que las lloronas de la Wikipedia se rasguen las vestiduras y pidan a gritos el retorno de su egregia presencia. Hemos tenido algunos ejemplos de esta situación en los últimos días. Pero el titiritero del titiritero siempre permanece, con otra serie de títeres que nunca han manchado su historial y que, algún día, puede que vuelvan a ser nombrados bibliotecarios... ¡qué digo puede!... ¡volverán a ser nombrados bibliotecarios! por otros bibliotecarios que, a su vez, siempre han sido títeres del bibliotecario perdido.

...Si supierais que el número real de bibliotecarios es muy inferior al que realmente aparece: en realidad, no superan la centena y varios bibliotecarios son la misma persona (...o entidad).

A mí siempre me han achacado títeres del primer tipo, es decir, de los clásicos... ¿Pero no os habéis parado a pensar que quizás podría tener títereres de los otros tipos y de alguna clase más que aún no he explicado?

Paraos a pensarlo.

Por último, ya que alguno me lo ha pedido, para ser un títere adoptivo mío, sólo tiene que seguir los siguientes mandamientos:

1. Profesar fe absoluta en la libertad de edición y expresión.
2. Rehuir de todo vandalismo real, aunque los bibliotecarios siempre califiquen a cualquiera de sus acciones como acto vandálico.
3. Intentar mejorar el artículo sobre Jethro Tull (mandamiento opcional).
4. Intentar mejorar el artículo sobre Robledo de Chavela (mandamiento opcional).

Con esto creo resolver las dudas de aquellos que me han preguntado cómo ser un títere mío.

...Y con esto y un bizcocho... hasta mañana a las ocho (u ocho y media, que me levanto más tarde).

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