Nuestra cobarde Monarquía: el Rey no se atreve a decir nada a Artur Mas

No cejaré en repetir, una y otra vez, que el mayor problema de nuestro país es la Monarquía...

Bueno, más que la Monarquía es la figura que tristemente la encarna en nuestra tierra... el señor Borbón Borbón, más conocido como "don Juan Carlos"...

Me explico: Es bien sabido que, en nuestra baqueteada historia, las dos experiencias republicanas han sido harto desastrosas... Comprendo, pues, a aquellos que argumentan que nuestro país precisa de una Monarquía que encarrile, modere y sosiegue los extremismos republicanos a los que tan propensos son los hispanos ibéricos... Comprendo -y hasta comparto plenamente- la opinión de aquellos que ven imprescindible un monarca que sea capaz de decir "hasta aquí hemos llegado", cuando los excesos políticos llegan a extremos difícilmente soportables por la mayoría de la población...

Pero es precisamente lo que aquí no tenemos...

En esta triste tierra somos súbditos de un monarca "re-instaurado" por un dictador, que carece de toda la firmeza y gallardía que debiera esperarse de él...

Tenemos a un Señor que, simplemente, a lo largo de estos treinta y tantos años, se ha limitado a-no-hacer-nada:

Se han quemado banderas...

Se ha insultado repetidas veces a nuestro himno...

Se han arriado enseñas españolas de nuestros ayuntamientos...

Se ha amenazado, una y mil veces, con declaraciones de independencia unilaterales desde algunas regiones -que los serviles lacayos del cobarde régimen actual se han empeñado en bautizar con el anodino nombre de "comunidades"- y con mil y un referendos de autodeterminación...

Y, este Señor, que, según nuestra Constitución, es "símbolo" de la unidad de España y, para más inri, "jefe" de unas Fuerzas Armadas una de cuyas obligaciones es mantener la unidad de la nación... no ha hecho nada al respecto...

Bueno, sí, seamos justos... ha incluido un etéreo texto sobre trabajar unidos en su nueva página web, de la que parece estar entusiasmado y, en algunos discursos navideños, timoratamente repite, año tras año, la misma fotocopiada cantinela de lo necesaria que es la unidad...

Ahora ha tenido una oportunidad de oro para demostrar que es merecedor del cargo que, a nuestra costa, ocupa... y la ha perdido completamente...

Hace unos días ha coincidido con el señor Mas en un acto protocolario... El mismo señor Mas que acaba de proclamar que, si gana las próximas elecciones catalanas, proclamará un Estado catalán posterior a un ilegal referéndum independentista que piensa convocar....

El señor Mas debiera estar ya detenido por una pareja de la Guardia Civil al anunciar, una tras otras, continuas ilegalidades... El Maricomplejines del Gobierno se debiera haber encargado ya de ello... Pero, claro, para eso le apodaron certeramente "Maricomplejines"... El prototípico sujeto de esta Derecha gritona y patriotera que sólo defiende a España a través de Internet y que carece de los suficientes testículos como para manifestarse por la calle por la unidad de la nación... Sí... me dirijo a muchos de vosotros, mis cobardes lectores...

Pero, retomando el hilo del título de la presente entrada, como decía arriba, nuestro monarca y el histérico de don Artur tuvieron la oportunidad de estrechar manos hace unos días...

¿Hizo algo nuestro Monarca ante lo que tendría que haber sido un auténtico choque de trenes...? Pues no... Se limitó a poner morritos de enfado y nada más...

No tuvo lo que hay tener para decirle a la cara: "Señor Mas... Cataluña no es una nación... La nación sólo es España... Cataluña no será jamás un Estado... Porque lo dicen la mayoría de los españoles... Porque lo dice la Historia... Y porque lo dice incluso nuestra Constitución... Señor Mas... usted no puede convocar un referéndum ilegal... Ni puede proclamar ilegalmente un Estado... Señor Mas... Póngase firme de una vez ante mí"... Esto es lo que debiera haber soltado nuestro Monarca al jefe de pista del circo catalán... Y no lo hizo... Como nada ha hecho en estas más de tres décadas de nuestra ya moribunda Constitución...

Su Majestad... tenga en cuenta, que todo hombre acabará siendo preso... de sus palabras...

...y de sus silencios...