El gran lumbreras del Gobierno, señor de Guindos, en plena fase de meditación. |
Entre la última ristra de medidas inútiles con que este cenútrico Gobierno nos viene sorprendiendo día a día, destaca, en especial, la última ocurrencia de este señor que parece estar siempre con el magín anidado en la Guindalera -y que nuestrobienamadoprócer, señor Rajoy, ha tenido menester de nombrarlo ministro de Economía-, consistente en denegar la asistencia sanitaria pública a los "ricos"... en concreto, a todo aquel español que gane más de 100.000 euros anuales...
Desde luego, este Gobierno de anormales ya no sabe qué hacer con este errante barco escoradamente semihundido por el Socialismo y no se le ocurre otra cosa que dar manotazos histéricos de un lado a otro sobre este timón que no encuentra su rumbo fijo...
Vayamos por partes...
¿Qué ahorro va a suponer que un reducidísimo grupo de ciudadanos que -de facto- nunca usa la Sanidad pública, sino la privada, no tenga acceso a la misma...?
¿Es justo que a quienes más contribuyen al sostenimiento de la Sanidad se les deniegue el acceso a la misma...?
Y, por último...
¿No existen otras medidas de ahorro público que sí sean realmente útiles para el mantenimiento de la asistencia médica universal...?
Las respuestas a las tres cuestiones son, evidentemente, "ninguno", "no" y "sí"...
A continuación explicitaré una serie de medidas que sí supondrían un ahorro real para las apuntaladas finanzas públicas y que serviría para que nuestra Sanidad dejase de cargar de una vez por todas con ese plomizo lastre del dispendioso despilfarro público:
¿Para qué necesitamos pagar cada año casi 9 millones de euros (1.500 millones de las pesetas de toda la vida) a un señor que, por lo visto es muy "Majestuoso" y que no hace absolutamente nada de nada... ya sabéis "reina", pero no "gobierna" (es decir, no da un palo al agua...)?
¿Por qué debemos consentir otros sueldos de auténtica vergüenza, como el del director de Radiotelevisión Española, el presidente de la Generalitat o el alcalde/alcaldesa de Madrid, muy superiores incluso al del mismísimo Presidente del Gobierno...?
¿Qué necesidad imperiosa nos ha llevado a multiplicar por 17 el número de "parlamentos" españoles (uno por autonomía) e, igualmente por 17, el Gabinete Ministerial (17 gabinetes de "consejeros" autonómicos)?
¿Qué fiebre burocrática nos ha invadido para tener más de tres millones de funcionarios cuando, en la época del franquismo, bastaban con 700.000 y, en los actuales tiempos, incluso serían necesarios muchos menos, debido a los avances del procesamiento informático de los datos...? Baste con decir que, mientras que Japón cuenta con el triple de la población de España, necesita tan sólo a la tercera parte de sus funcionarios: con un millón basta para los ciento cincuenta millones de nipones...
Ahórrese, pues, en los gastos propiciados por esta banda de chupones vampirizados de las arcas públicas que "nos hemos dado" con la aciaga y vomitiva Constitución de 1978 y ya veremos cómo el dinero vuelve a brillar por su brillo y no por su ausencia...
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