Estos días hemos asistido a un nuevo chusco episodio político en torno al peñón de nuestros pesares, que, como una dura piedra de riñón, ha hecho, a lo largo de los siglos, grave mella en la salud histórica de nuestro país.
Nuestra Reina Consorte, doña Sofía, pretendió hace unos días asistir a la conmemoración del 60 aniversario de su colega no consorte, Isabel II de Inglaterra... Tamaño disparate fue "enérgicamente" impedido por nuestro Gobierno salvador, que recomendó a Su Majestad que no asistiera, por aquello de lo que había sucedido en los últimos días...
La no asistencia de la Reina no tiene mérito alguno, pues ésta ni siquiera debiera -por voluntad propia y no por recomendación del Gobierno- haberse planteado tal gesto de lacayismo ante la Jefa de ese país de corsarios, que es la Gran Bretaña...
Pero, en fin, nuestra monarca ya está curtida en estas lides de rendir pleitesía a otros que tanto daño hacen a España, como se viene observando su reiterada asistencia todos los años a las reuniones del Club Bilderberg, desde el que se lleva diseñando, desde hace décadas, el desmembramiento y empobrecimiento de España...
¿Y qué ha sucedido en estos últimos días?
La sucesión de hechos ha sido la siguiente:
- Los pescadores españoles han querido faenar en aguas cercanas a la Roca, que -dicho sea de paso- carece de aguas territoriales, pues así lo estipulaban todos los tratados históricos...
- La policía del Peñón les ha impedido su trabajo...
- La Guardia Civil española ha escoltado a nuestros pescadores para que siguieran realizando su labor...
- El Gobierno de Gibraltar ha amenazado con solicitar a la Armada británica su intervención, como, efectivamente, se ha producido casi inmediatamente...
¿Qué ha pasado después...?
...Del conflicto sólo se habla ya desde nuestro Gobierno por lo bajini, pues parece que la pilila ya se la encogido a la sempiterna bravura española...
Otro episodio más de ridículo español, al que seguirá una nueva farsa en la que, mediante un bufo paripé, el señor Rajoy de nuestros pesares acudirá a "altas instancias internacionales" para que sean otros los que nos saquen nuestras propias castañas del fuego...
Y es que lo de Gibraltar trae tela histórica...
El peñasco en cuestión fue arrebatado a España por una flota angloholandesa en el devenir de la Guerra de Sucesión, por la que la ambición al trono del primer Borbón español (Felipe V) nos costó no sólo Gibraltar, sino también Menorca (luego recuperada) y todas las posesiones de España en Europa (algunas de ellas provenientes, desde la Edad Media, de la Corona de Aragón)...
Con el advenimiento de la pusilánime dinastía borbónica -aniquiladora de la dignidad histórica de España- empezó realmente la auténtica decadencia de nuestra nación, y no con los Austrias menores...
Desde entonces, todo han sido quebrantos y sobresaltos...:
- Tres infructuosos asedios a la Roca.
- Un tímido intento por parte del franquismo para hacer algo de pupa a nuestros vecinos angloandaluces, mediante el relativo aislamiento que suponía el levantamiento de una valla...
- Un Gibraltar convertido en un chapucero taller de reparación de submarinos nucleares.
- Una Roca transfigurada en un paraíso fiscal, mediante el cual muchos de nuestros adinerados patriotas PePeros podían evadir al fisco nacional.
- Un Peñón, asilo de contrabandistas de tabaco.
- Coversión de Gibraltar en una de las sedes de la red de espionaje mundial anglosajona (EEUU, UK, Canadá y Australia) Echelon...
- Un ridículo desembarco "por equivocación" de marines ingleses en costas gaditanas.
- Cazas ingleses que -igualmente por "error"- desvían su rumbo hacia el espacio aéreo español.
- Un continuo hostigamiento a nuestros pescadores.
- Y hasta una boya cubierta con la bandera de España sirviendo como diana para las prácticas de tiro de soldados británicos...
¿Hasta cuándo seguirá España haciendo el ridículo, señores, ante el mundo entero, a la vez que contempla cómo Gran Bretaña devuelve otras colonias -como Hong Kong- a sus legítimos dueños, mientras que, por el contrario, la simple idea de devolución de este pequeño pedazo de tierra española a nuestra patria no hace más que hacer esbozar un leve gesto de sonrisa irónica a nuestro "tradicional aliado" anglosajón...?
Como ya he dicho en más de una ocasión, "al cobarde todo son palos".
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