Poco nos ha extrañado tal viraje, pues lo poco realmente valioso de esas díscolas, envidiosas y acomplejadas tierras se concentra tan sólo en los heroicos, patriotas e inteligentes votantes del Partido Popular y de Ciudadanos.
Todo lo demás: barretinadas y butifarrerío histéricamente independentista.
Vamos, que se creen los mejores, los más guapos, los más currantes... (aunque todos sabemos que lo que mejor saben hacer los catalanes, no es trabajar, sino hacer que los demás trabajen para ellos...).
En fin... la región catalana... ¡qué digo región!: ¡el país catalán!, ¡la nación catalana!, ¡el imperio catalán!, ¡el universo catalán!, ¡el multiverso catalúñico!... huele a podrido...
...A podredumbre racista... no sólo contra los musulmanes, sino -sobre todo- contra el resto de los españoles, a los que nos tildan de "charnegos" si se nos ocurre, por algún ímpetu sadomasoquista, aposentarnos por aquellos lares...
En fin, el desprecio hacia Cataluña que estos acomplejados separatistas están generando progresivamente en el resto de los españoles no lo van a poder borrar ni con Photoshop (pulse aquí).
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