Lo mismo digo de aquellos "cristianos" favorables al aborto controlado o a los preservativos o a que se casen los curas: la oferta es amplia: ahí están los protestantes desde hace siglos, con sus alegres cánticos aleluléyicos y su sonrisa plastificada por el dólar.
Que nos dejen a los católicos en paz, con nuestras manías.
No sé por qué siempre nos tienen que "convertir": que se conviertan ellos a las creencias de los que piensan de la misma forma.
No sé por qué siempre a los católicos nos quieren hacer protestantes: háganse ellos protestantes: que no idolatren, hagan simpáticas y alegres misas (sin que nadie molestamente tenga que arrodillarse y sin que a nadie se le reseque la boca por tener que comulgar), presididas por pletóricos curas casados...
Háganlo ellos o invéntense un nuevo código cristiano... ¡sean originales, coño!
Pero... por favor... que no dependan tanto de nosotros... que no dependan tanto de lo que diga o deje de decir el Papa... Suéltense de la manita, de una p... vez.
Y déjennos en paz.
Cuando alguien nos lapida con el argumento de la idolatría, siempre me recuerda a las palabras de Judas cuando se escandalizaba por la excesiva muestra de amor de aquella mujer que derramaba un caro perfume de nardos sobre sus pies: un desperdicio de dinero que podría haberse "repartido" entre los pobres -en palabras de aquel primer ministro de economía socialista de la Historia que fue el honesto y concienciado Judas.
Jesús, ante la espontánea muestra de amor de aquella mujer hacia su persona, le respondió al primer socialista de la Historia: "los pobres siempre permanecerán con vosotros, pero a mí nunca más me volveréis a tener".
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2 comentarios:
¿Y a poco no son idólatras?
Sean sinceros, por lo menos una vez en su vida ...
Seré sincero cuando entienda tu primera frase.
Aquí hablamos español de España.
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