Eduardo Serra, Presidente de la Fundación Everis. |
El informe, suscrito por más de 60 destacados empresarios y expertos pretende arrojar algo de luz sobre las tinieblas económicas que asolan España desde que el vengativo, inepto, histérico y acomplejado socialismo decidió poner fin a la estabilidad financiera y moral de este país.
Esta fundación está presisidida por Eduardo Serra, un señor que vale tanto para un roto como para un descosido y que trabajó tanto para los Gobiernos centristas de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, el socialista de Felipe González o el derechista de José María Aznar en distintos puestos de secretario y ministro. Algo a lo Francisco Fernández Ordóñez, que trabajaba tanto para la Derecha como para la Izquierda sin ruborizarse en absoluto.
Una encomiable labor, desde luego, la intención del señor Serra de aportar soluciones al pozo sin fondo en el que nos ha sumido Zapatero, pero carente de toda utilidad.
Y digo que tal iniciativa adolece completamente de sentido, porque tal iniciativa ha sido presentada... al Rey.
¿Creen estos señores que el monarca español va a hacer algo?
Parece que no conocen bien la trayectoria de nuestro soberano, que, al margen de cobrar de todos nosotros precisamente eso, una soberana cantidad todos los años, no hace nada, porque... "no puede hacer nada".
Este señor que es tan bien pagado por su impotencia política, lo único que puede hacer es firmar las leyes que le diga el Parlamento que ha aprobado, viajar a donde le mande el Gobierno, entregar premios culturales, proponer al Presidente de Gobierno que previamente los votantes han "propuesto" con su voto y dar un discursito repetitivo en Navidad todos los años.
...Poco más puede hacer... y poco más estaría dispuesto a hacer.
España está sumida desde hace años en la plena desintegración tanto en su unidad como en su economía y Su Majestad ha tenido infinidad de oportunidades de manifestar contundentemente su opinión en declaraciones institucionales.
Pero nunca lo ha hecho.
Señor Serra: desengáñese, este señor es sólo un "mandado" más -aunque excelentemente bien pagado a costa de los impuestos de todos nosotros.
No le pida peras al olmo.
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