El espín en la rotación cuántica hace que la Luna siempre dé la misma cara

Yo, como todo hijo de buen vecino, siempre creí que el hecho de que la Luna en todo momento ofreciese la misma cara a la Tierra se debía a que era una gran estructura alienígena puesta ahí desde tiempos inmemoriales para vigilarnos, como todos vosotros siempre habéis pensado, ¿verdad?

Pero ahora resulta que:

Los electrones son los responsables de que la Tierra rote cada 24 horas y que la Luna siempre nos dé la misma cara. A través de la función de onda de espín y gracias al acople de la decoherencia cuántica con los núcleos de los átomos que forman la corriente de Foucault que se encuentra bajo el manto, dotan a la Tierra de su característico campo magnético. [...] La interacción spin-tensor con el campo electromagnético de la Luna hacen las veces de un potente imán capaz de arrastrar a la Luna e inhibir su tendencia natural a caer hacia la tierra. [...] Pero de nuevo, gracias a los electrones, que giran a una gran velocidad permiten disipar toda esa energía en forma de fotones de longitud de onda cercana al blanco que al interaccionar con el par de antimateria creado por efecto de la decoherencia cuántica y con ayuda del efecto Casimir, consiguen evitar que la Luna se estrelle.
Sin duda, todos estos avances en la mecánica cuántica espinorial permiten augurar un gran futuro en los viajes espaciales.

Capisci?

Y ahora llegad hasta el final de dicho artículo.