Hablando ayer con un buen amigo acerca de la censura franquista en la música, le mencionaba un famoso LP (ahora denominado "vinilo"), titulado "Aqualung", de los Jethro Tull, en el que fue censurado uno de los temas más marchosos de la historia del rock: "El Aliento de la Locomotora", que os he puesto por aquí en repetidas ocasiones...
Aquel fue uno de los primeros discos que compré, y debería yo de tener en torno a los catorce o quince años... Aún intentaba definir mis gustos musicales y alternaba esta extraña música -completamente novedosa para mí- con grupos más asentados en el favor popular, como Pink Floyd o Carlos Santana...
Al poco de comprarlo, se convirtió en uno de los discos de culto para mí -y aún lo sigue siendo hoy en día...
Pero, con el transcurir de los años, me enteré de que había comprado ese disco completamente censurado... Me explico: faltaba el segundo tema principal de la obra... El primero, titulado como el LP completo, sí aparecía, pero el segundo, "Locomotive Breath", había desaparecido por completo del disco...
Lo curioso es que ya lo había comprado una vez fallecido el Caudillín, pero el filo de sus tijeras todavía seguía haciendo estragos por estos lares...
Y es que esto de las tijeritas les encanta a toda esta patulea de chupacirios y beatones acomplejados que han vuelto a hacer aparición en los últimos años, de la mano de "las nuevas derechas liberales"... Ahora se recorta ayuda a los más desamparados... Antes, ni se daban, pero se les recortaba cualquier grito de libertad ante la ideología y la religión impuestas...
En fin, un día me molesté en traducir la susodicha canción y entendí el por qué de tal mordaza: el texto habla de la situación desesperada de un hombre al que su mujer le pone los cuernos, sus hijos le abandonan y al que Dios (al que denomina "el eterno ganador") no le ayuda... siguiendo su inacción habitual y que le da tanto empaque ante los ojos de los creyentes... (algo así como este Rey que tenemos, que no hace absolutamente nada, y al que, por esa razón, casi todos le adoran...).
La canción tocaba, además ,el tema del suicidio, al que, el protagonista de la canción iba irremediablemente abocado, como una locomotora sin frenos...
En fin... muchos temas inaceptables para aquel ridículo régimen que intentaba ofrecer la imagen de la familia feliz, primera precuela de "La Casa de la Pradera", en la cual eran inconcebibles, las cornamentas, los abandonos familiares y, por supuesto, los suicidios...
En fin, que, en aquellos felices "aires de fiesta" Karínico-Franquistas, el régimen decidió sustituirnos ese mal aliento de una locomotora que transitaba por las firmes vías de una dura, pero siempre auténtica realidad, adherida a nosotros como una segunda piel, por las profundísimas y metafísicas letras de Locomotoro y demás Chiripitifláuticos de fino bigotillo, que tanto lavaron el cerebro a toda una generación y entontecieron, per saecula saeculorum a las siguientes...
"EL ALIENTO DE LA LOCOMOTORA"
"En la caótica locura
del aliento de la locomora,
corre el eterno perdedor...
de cabeza hacia su muerte...
Siente el roce del pistón...
el vapor estallando en su frente...
...El viejo Charlie robó la palanca del freno
y el tren no quiere parar...
no hay manera de frenarle...
Ve a sus hijos saltando
en las estaciones, uno a uno...
A su mujer y su mejor amigo,
en la cama, pasándoselo bien...
Se está arrastrando por el pasillo,
a cuatro patas,
...El viejo Charlie robó la palanca del freno
y el tren no quiere parar...
no hay manera de frenarle...
Oye el silencio aullando
atrapa ángeles mientras caen...
Y [Dios], El Eterno Ganador...
le ha cogido por las pelotas.
Coge la Biblia de Gedeón,
abierta por la primera página.
Y ésta decía:
'Dios robó la palanca del freno
...y el tren no quiere parar
no hay manera de frenarle'..."
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