El inútil se va de vacaciones

Pues sí, señores, lo que parece increíble se ha hecho realidad... Este tremendo inútil, que, por obra y gracia de nuestra ingenuidad, ha adquirido la honrosa categoría de Presidente del Gobierno de España... se va de vacaciones...

¿Cómo es posible que -con la que está cayendo- este personaje, especializado en timos generalizados (como aquel del "impuesto mocho", mediante el cual nos hizo creer que bajaría impuestos para aumentar el empleo, cuando, en realidad, aumentó impuestos para seguir disminuyendo el número de empleados...), se tome unos días de asueto...?

Y, mientras tanto, la banca esperando a que se haga efectiva la transferencia de, al menos, 30.000 millones de euros antes de septiembre...). Las últimas noticias al respecto señalan que esto no va a ser posible en estos momentos, porque nuestro Gobierno... se ha marchado de vacaciones...

¿A qué espera este vergonzoso pasmarote...? ¿A que Bankia se derrumbe definitivamente durante agosto y, con ello, arrastre al resto de nuestro sistema financiero....?

¡Qué acertado andaba Peridis, en sus viñetas de "El País", cuando dibujaba siempre a este vagazo repanchingado y fumándose tan tranquilo un puro...

Mientras, las calles de Madrid hierven, no sólo de calor, sino de protestas funcionariales y los sindicatos pergeñan nuevas movilizaciones estivales...

Y a este lechuguino sólo se le ocurre marcharse de vacaciones...

En fin... Ahí tenéis la "eficiencia" de este Gobierno de deficientes... La eficiencia "liberal"... La eficiencia de todos aquellos que dicen que hay que "producir más y más y más..." y pagar sólo según el índice de productividad del trabajador...

Si a este grupúsculo de inútiles, al que llamamos Gobierno, les pagáramos por su "productividad", es decir, según "resultados", su remuneración, evidentemente, tendría que ser negativa, y ellos mismos nos deberían estar pagando a cada uno de nosotros, a modo de indemnización, por todos los desmanes cometidos en estos inolvidables siete meses de mediocridad, inutilidad y ridícula prepotencia...