Una vez más, este nefastísimo Gobierno del Partido Popular, está haciendo cierto el verso de Jorge Manrique proclamante de que "cualquier tiempo pasado fue mejor"...
No contentos con pemitir unas himaláyicas subidas del recibo de la luz, de asaetearnos con el incremento de impuestos, de repartir -sin el menor rubor- puestos en el Consejo de Estado y en Redesa a sus adláteres, de condecorar con la Cruz de Isabel la Católica a toda la plantilla gubernamental de Zapatero, de no frenar el crecimiento del paro ni el hundimiento de nuestras bolsas, de seguir aumentando la prima de riesgo de los bonos españoles y de no enfriar los continuos rumores sobre la intervención de España, ahora, su despiadada lacaya madrileña, Esperanza Aguirre, ha acordado una brutal subida en el transporte público capitalino, que, en el caso del metrobús (billete para 10 viajes) llega hasta casi el 30%.
En los últimos años, las subidas en el transporte público madrileño han sido dignas de montaña rusa sin rampas de descenso y los más perjudicados -cómo no- han sido las clases más humildes, que no pueden permitirse el cada vez más lejano "lujo" de mantener un vehículo rivado propio...
Clama al cielo el aumento progresivo del precio del billete según el número de estaciones... Precisamente son las clases más débiles económicamente las que viven más alejadas de sus centros de trabajo y, por ende, las que más estaciones tienen que recorrer cada día para llevar el pan a sus casas.
Da vergüenza este Gobierno de despiadados clasistas y, para más inri, completamente inútiles, que se pavonean de su "sentido común", que es un auténtico sinsentido para la "caridad cristiana" que tanto predican desde su verbo hipócrita...
¡Zapaterooooooo... vuelveeeeeeeeeeeeeeeee! La auténtica crisis española ha sido dar paso a esta caterva de innombrables...
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