Contadores
Pues sí, amigos: mal que les pese a mis múltiples enemigos,
el blog del Filóloco -que ya ha cumplido los tres años- ha alcanzado la no despreciable cifra de
más de un millón de páginas visitadas...
Pasado este tiempo, deseo recentrar la orientación del mismo, que no es más que dejar bien clarito el propósito con el que lo inicié...
El origen de este curioso blog no fue otro que una lucha sin par contra la
Wikipedia, mentirosa enciclopedia digital de la que fui editor... Una enciclopedia tomada completamente por una serie de personajes anónimos, denominados "bibliotecarios", completamente obedientes a los dictámenes del Socialismo, al "progresismo" (regresista a las cavernas) y al ateísmo generalizado cobardemente recubierto de laicismo...
Allá por el
2007, publiqué en la Wikipedia el artículo
Teoría de la Conspiración electrónica ►, artículo básico de este blog, que podréis leer si pulsáis
aquí. A pesar de que, en la susodicha enciclopedia, la permanencia del artículo en ella fue sometida a votación entre los usuarios y se aprobó que continuara, se hizo caso omiso a las normas de la misma por aquel entonces y el artículo fue borrado... Al protestar yo, fui expulsado sin contemplaciones... Si queréis estar completamente desinformados, la Wikipedia es el sitio ideal...
En el mencionado artículo no se hace otra cosa que recopilar las teorías de diversos autores sobre el
Nuevo Orden Mundial que nos tienen preparado desde hace años... Entre dichos autores, destaca especialmente
Daniel Estulin (
amigo mío, aunque él me conozca por otro apodo...).
Básicamente, dicha teoría predice desde hace años lo que es la actual crisis...:
Una crisis totalmente artificial, pues no ha existido ningún desastre mundial que la justifique: ni una gran guerra, ni una escasez de materias primas, ni un gran desastre natural (un inmenso terremoto a escala planetaria, ni una gran sequía, ni un imparable tsunami... ni ningún asteroide que nos alivie para siempre las penas...).
Es ésta una crisis artificial, propiciada por una serie de poderes especulativos en la sombra, que son los que manejan desde siempre los mercados... Una serie de familias más que multimillonarias -para muchos de vosotros, totalmente desconocidas- que trasladan su dinero a su antojo, inundan con él el mercado, provocando inflación, o lo esconden, generando así una recesión sin fin...
A ese curioso grupo de gentuza se les ha denominado con diversos nombres... Masonería, Illuminati, Trilateral, Orden Negra, Club Bilderberg... Todas estas instituciones forman parte del susodicho entramado, sin que muchos de sus miembros (especialmente de la Masonería)
ni siquiera lo sepan... Uno de los principios de la metodología de ocultación... ►
El fin último es parecido al que, hace años, se explicó en los falsos
Protocolos de los Sabios de Sion... Pero esta vez adquiere un carácter real.
La finalidad de todo este maremágnum de crisis inducida no es otro que conducir a toda la humanidad a una pobreza generalizada, donde todos alcancemos a ser esclavos voluntarios... y lleguemos a trabajar incontables horas diarias a cambio de un mero cuenco de arroz...
El modelo último es
China: síntesis perfecta de la explotación capitalista y la falta de libertades socialistas...
Por esta razón, todos los poderes mundiales llevan ayudando a esa oriental nación a convertirse en la futura superpotencia mundial... Los mismos EEUU lucharon denodadamente hace años para que dicho país de tramposos se convirtiera en miembro de la
OMC, cuando sabemos que jamás ha respetado los derechos de patentes...
Un mundo empobrecido, un mundo donde unos pocos en la sombra ostentan el poder, donde ponen y quitan a su antojo presidentes de Gobierno -de izquierdas o derechas-, obedientes a sus dictámenes y objetivos finales... Un mundo laico, ateo, porque sólo así -sin Dios-, se podrá quitar toda la esperanza al hombre, que la habrá depositado en algún
clown, elegido por ellos mismos como candidato a la presidencia -llámese Hugo Chávez, Felipe González, Aznar, Zapatero, Rajoy o Gallardón:
Todos ellos forman parte del mismo circo al que asistimos -creemos- como espectadores cuando, en realidad formamos parte de la esencia de la función...