La verdad es que hay grandes desgracias en el mundo...
Y una de ellas es haber nacido argentino...
Esta nación, Argentina, a principios del siglo XX, llegó a convertirse en la cuarta potencia mundial, bendecida por una serie de riquezas naturales, que Dios siempre concede a quien no se lo merece...
Desde entonces, todo ha sido un continuo venirse abajo, económico y moral...
Me acuerdo de aquella Nacha Guevara, aquella interesante mujer espectáculo que los españoles tanto adorábamos y a la que concedimos tantísimas horas de atención televisiva... España le dio lo que pocos países extranjeros le habían concedido... ¿Y qué obtuvimos a cambio...? A los pocos años -con el típico desagradecimiento amargado argentino-, nos llamó "nación de cobardes", porque habíamos dejado morir al dictador Franco en su cama...
Pocos años después, la verdadera ración de cobardía la mostraron los argentinos al mundo, consintiendo una sangrienta dictadura militar a la que le producía orgasmos arrojar a los presos políticos vivos desde aviones sobre el océano...
La cobardía argentina siguió campando por sus respetos cuando, por aquella época, se hicieron los "machitos" intentando robar las inglesas islas Falkland, y la británica Margaret Thatcher les puso en ridículo universal mostrando que, mientras ella usaba calzoncillos, los argentinos cubrían sus vergüenzas con bragas...
¿Y qué me decís de aquella Hebe de Bonafini, dirigente de las Madres de la Plaza de Mayo, a la que tanto apoyamos desde España, y que, años, después, empezó a apoyar explícitamente a los sanguinarios asesinos de ETA...?
El latrocinio congénito de los argentinos volvió a manifestarse robándose a ellos mismos con aquello del "corralito"...
Años después, tras reflotar España a la ruinosa Aerolíneas Argentinas, el gobernucho argentino acomplejado de turno no tuvo reparos en expropiarla, para robar lo invertido por España...
Y ahora, una nueva edición de lo mismo, pero a lo grande... España (de la mano de Repsol), después de reflotar a la también ruinosa YPF, se ve desposeída de todas sus multimillonarias inversiones por parte de esta auténtica nación de timadores, mercachifles y verborreicos acomplejados...
Por menos se armaba antes una guerra...
Así que yo aconsejo a ese vacuo e inoperante Rey de España, que tenemos por ahí malgastando nuestro dinero en safaris de lujo, que trabaje de una puta vez en su dispendiosa vida y que proclame la Guerra contra esa ridícula nación de enanos mentales...
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