¿Es el fin de Estados Unidos? La decadencia de un imperio
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predicciones. A ella iban a consultar altas personalidades, e incluso
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lunes, 16 de enero de 2012
¿Puede un rey ser cómplice de delito de encubrimiento?
La pregunta que encabeza esta entrada puede parecer un poco extraña, sobre todo para mis lectores hispanoamericanos, que se preguntarán por el escaso interés que puede despertar una cuestión que sólo se le ocurriría plantear a un arcaico politólogo medieval...
Pero es una cuestión de nuestros días... una cuestión totalmente candente en algunos de los escasos países del mundo en los que nos hemos decidido sumergir permanentemente en una Edad Media legislativa trasnochada, ridícula y servil...
Todo esto viene a cuento de la delicada situación del señor Urdangarín -yerno del Rey de España- y del nivel de conocimiento que este último ha tenido de su presunta actividad delictiva en los últimos años...
Sorprendentemente, los mismos pelotas y servilmente lacayos periodistas que anegan los medios de comunicación españoles son los que están tirando continuamente piedras sobre el tejado de nuestra cada día más endeble y desnuda monarquía... Estos reporteros -pues no alcanzan una categoría superior a tal- continuamente repiten que nuestro monarca -en un alarde de su prodigiosa inteligencia- supo a bien mandar a su yernísimo hace años a Washington en cuanto supo de sus dudosas actividades en fundaciones carentes de todo fundamento moral...
Según estos lacayuelos periodistas, Su Majestad realizó una llamada a Cesar Alierta -Presidente de telefónica- para que otorgara un puesto a don Iñaki como directivo de la compañía de telefonía española en Estados Unidos y, de esta manera, conseguir que al chaval se le olvidaran las oscuras veleidades a las que tanto se había acostumbrado...
No sabemos si hay algo cierto en ello... Pero estos reporteruchos de prestigio no hacen -con estas palabras- otra cosa que hundir más y más a nuestra Monarquía y a nuestra clase empresarial en el sumidero de la vergüenza...
¿Basta una llamada del Rey para colocar en un superpuestazo a una persona a la que se supone carente de toda preparación para el mismo... Porque -que sepamos- don Iñaki Urdangarín no es un experto en telecomunicaciones... sino un exjugador de balonmano...?
¿Es esto puro y medieval nepotismo...?
¿Está nuestra clase empresarial sometida al vulgar dedazo, en lugar de a la búsqueda de la excelencia entre sus directivos...?
Y lo que es más grave:
Si Su Majestad realizó esta operación de alejamiento... ¿no conocía, por tanto, las actividades delictivas del señor Urdangarín...?
Que yo sepa, cualquier persona que tenga conocimiento de un delito y no lo comunique... es cómplice de dicho delito...
Flaco favor están haciendo estos periodistuchos del tres al cuarto (pero que bien saber llevarse los cuartos en su nómina mensual) alabando la "inteligente" maniobra "real"...
En cualquier caso, responderé a la medieval pregunta con la que se intitula este artículo...:
Usted y yo, querido lector, sí podemos ser cómplices de delito de encubrimiento en España...
Pero si usted y yo hemos sido elevados a la categoría de Rey, no... Porque según nuestra magnífica y ecuánime Constitución: "La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad" (Art. 56.3).
¿Es igual, por tanto, la justicia para todos... Majestad?
Responda ahora... o calle para siempre...
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