No bastaba con aprobar la socialista y censora Ley Sinde contra la que tanto combatió.
Tampoco bastó con el despido del eminente periodista Enrique de Diego, quien tanto colaboró en su lucha contra Zapatero. Una vez que accedió al poder -y conseguidos los espurios objetivos de llegar a La Moncloa fuera como fuese- la cadena Intereconomía recibió el mensaje "popular" de que don Enrique era demasiado "molesto" para este nuevo Gobierno de timadores... y fue despedido sin contemplaciones de la cadena a la que tanto había ayudado...
Tampoco ha bastado el habernos mentido a todos los españoles sin el menor rubor y haber procededido a una inmediata subida de impuestos nada más acceder al poder... Para subidas de impuestos ya teníamos a las anteriores sanguijuelas, completamente expertos en materias vampíricas... (¡Qué razón tenía mi admirado Lampedusa: "Hace falta removerlo todo para no cambiar nada"...!)
Y ahora... este inmenso timo generalizado llamado Rajoy, no contento con tantos desmanes iniciales, ha concedido a Zapatero, y a todo su último gabinete de Gobierno, el collar de la Orden de Isabel la Católica, como premio a "aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, que redunden en el beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional"...
"Quien entre aquí, que abandone toda esperanza", rezaba la inscripción frente a las puertas del Infierno, en La Divina Comedia de Dante Alighieri...
"Quien crea en todos los vividores cobijados bajo las alas de la Constitución de 1978, que abandone toda esperanza", diríamos nosotros...
Rajoy...
ríndete...
te tenemos rodeado...
¿Es el fin de Estados Unidos? La decadencia de un imperio
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Existió una profetisa búlgara, Baba Vanga, famosa por el acierto de sus
predicciones. A ella iban a consultar altas personalidades, e incluso
militares, ...
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