Nuestro Rey, junto a la fotico del reciente destructor de España y de su pasmado sustituto. |
Cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es natural que la sociedad reaccione. Afortunadamente vivimos en un Estado de derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos.
No debemos, sin embargo, generalizar los comportamientos individuales, so pena de cometer una gran injusticia con la inmensa mayoría de los servidores públicos, y también de los empresarios o trabajadores del sector privado, que desarrollan su labor de forma ejemplar y honesta. De lo contrario, se podría causar un grave daño a instituciones y organizaciones que son necesarias para la vertebración de nuestra sociedad."
Éstas fueron las palabras con que Su Majestad se dirigió el pasado 24 de diciembre a todos los españoles, ávidos de obtener alguna referencia -por mínima que fuera- sobre la inabarcable ristra de presuntos escándalos y delitos con que su yerno -Iñaki Urdangarín- ha venido entreteniendo a los millones de ingenuos españoles que, durante estos años, pensaban que nuestra Familia Real era la irreal familia principesca del cuento de Blancanieves... o de cualquier otro cuento de hadas del ramo...
Esperemos que el velo se vaya cayendo, poco a poco, del rostro de tantos estultos habitantes de nuestra Patria que vieron en la Monarquía una salvación, cuando no es más que una condena hacia nuestra lenta -pero constante- marcha hacia el subdesarrollo...
Estas palabras de Su Majestad -cómo no- han recibido todo tipo de alabanzas y parabienes por parte de todos los lacayos y peloteros que pueblan hasta el hastío nuestros felpúdicos medios de comunicación...
Por mi parte, sólo quiero incidir en un pequeño aspecto, que, por supuesto, no ha sido mencionado en absoluto por ninguno de estos periodistas de lenguas largas como alfombras...
Que yo sepa, el Artículo 56.3 (Título II) de nuestra Constitución, reza lo siguiente:
"La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad."
¿Cómo puede hablar Su Majestad de que "todos los españoles somos iguales ante la Ley" cuando nuestra Constitución le confiere unos derechos sólo equiparables a las monarquías tercermundistas más detestables del mundo...?
Este Señor es "inviolable"... (dejemos al margen el fácil chiste...). Es decir... ni mu se debe decir en contra de él...
Para más inri, no está sujeto a responsabilidad alguna... Por lo tanto, si un día, en el imposible caso de que le quisiera pegar un tiro a alguien, o de que apoyara sin ambages -en un rapto de locura- a los separatistas españoles o que, por el contrario, declarase la guerra a toda una región española precisamente por su separatismo... no tendría ninguna responsabilidad...?
Pues no, señores.
Su Majestad puede hacer lo que dé en gana. Así como suena.
Porque lo vale.
Y porque vosotros, españoles actuales, no valéis absolutamente nada, debido a vuestra sumisa y congénita cobardía...
Y así os va como os va...
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