El despido de Enrique de Diego: Intereconomía, sumisa ante el sumiso Rajoy

Hace tiempo nos temíamos que algo similar iba a pasar en un grupo que se manifiesta "orgulloso de ser de Derechas", como reza el pamplinero eslogan intereconómico: el conocido periodista liberal y antimonárquico, Enrique de Diego, ha sido despedido del grupo de comunicación español al que tanto ha aportado a lo largo de los años...

Siempre se presume de lo que se carece...

Intereconomía, para hacer frente a los múltiples maricomplejines conservadores a los que les da vergüenza decir que "son" de Derechas, adoptó el ya conocido y mencionado lema... Pero mucho nos temíamos por aquí que fuera tan sólo una pose hipócrita... Como así ha sido...

Ha tenido que ganar su candidato, Mariano Rajoy, quien, como explicábamos hace unos días, sumisamente se ha arrodillado -sin necesitarlo- ante el histriónicamente histérico nacionalismo catalán denegando la presidencia del Congreso a Jorge Fernández Díaz, para que al grupo mediático se le subiesen las fiebres del centrismo sobrevenido y decidiese cortar -no por lo sano- sino a lo poco sano de su empresa, para otorgar una falsa apariencia de la moderación que jamás tuvo...

¿Qué es lo que ha defenestrado a don Enrique desde las atalayas de ese castillo de la hipocresía...?

¿Su sincero y clarividente antijuancarlismo...?

¿Su acertado antigallardonismo...?

¿Su opinión sobre el 11 M...?

Suponemos que habrán sido varios los factores causantes de tan cobarde y vergonzoso despido... Pero no nos equivocaremos en absoluto si aseguramos que, principalmente, habrá sido por las dos primeras causas indicadas...

Si ha habido alguien realmente valiente y sincero, que ha expresado su rotunda opinión contra esos dos personajes tan negativos para el devenir histórico -pasado y futuro- de nuestro país, ese rey completamente inoperante, nombrado por Franco, y ese político multigustos -pues intenta gustar enfermizamente tanto a la derecha como a la Izquierda- es don Enrique de Diego...

Y desde aquí no queremos hacer otra cosa que brindarle nuestra solidaridad y nuestro más completo apoyo...

Un abrazo, Enrique...

No pierdes nada por salir de este inmenso e hipócrita castillo de naipes que se está derrumbando y que acabará enterrando a los lacayos que aún se aferran a él...