Ésta es la pregunta que mucha gente se viene haciendo estos días, tras conocerse, en la reciente encuesta sobre la población activa (EPA), que el número de parados en España roza ya los cinco millones de personas...
Pero el problema real de España no estriba en que lleguemos o no a esos seis millones de desempleados... o a siete... u ocho...
El auténtico problema radica en que España tiene cuarenta y siete millones de parados... mentales.
¿Cómo si no se explica que, durante los más de treinta años regidos por la aciaga Constitución de 1978 que "nos hemos dado" (como dicen los cursis) hayamos consentido un progresivo e imparable aumento del paro ya desde los tiempos de ese gran inútil -al que ahora a todos les da por pelotear- que se llamó Adolfo Suárez...?
Tan sólo el Gobierno de Aznar puso freno a esa imparable catarata de desempleados que semejaba infinita y difícilmente contenible por embalse alguno...
¿Cómo, si no, se explica esta dejadez de la ciudadanía ante la desintegración nacionalista, ante ese insulto imparable por parte de los nacionalistas a lo que debieran ser símbolos sagrados para cualquier español bien nacido: a nuestra bandera, a nuestra unidad, a nuestro himno, a nuestro idioma...?
El español actual es un auténtico cobarde, un excremento despreciable para el resto del planeta, un ser acéfalo, acerebrado, que no merece la más mínima conmiseración por parte de nadie verdaderamente digno...
La fosa en la que ha caído España la habéis cavado entre todos, majos...
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