En primer lugar me identifica con Red Hispania, para luego, haciendo un link a una página falangista argumentar que soy de la Falange, porque allí, en un blog roll, han incluido links a otros blogs que consideran afines.
Esto es decir que, ya que en el lateral tengo un enlace dirigido al blog del padre Fortea, soy un exorcista.
Por otra parte, habla de ser falangista como si fuera una cosa prohibida, con la misma inquietud e histerismo que los fachas de la época de la caza de brujas del senador McCarthy pronunciaban la palabra comunista como si fuera un insulto.
Tan digno es ser falangista como socialista, comunista, democristiano y liberal. Otra cosa es que nos gusten unos u otros credos.
En lo que respecta a Red Hispania es un blog en el que confluyen múltiples tendencias, como miembros del partido Popular, liberales, falangistas, miembros de UPyD y de Ciudadanos, a los que les unen dos puntos cardinales:
1º.- La preocupación por la unidad de España.
2º.- La inquietud por el actual régimen zapateril que poco o nada tiene que ver con la época de Felipe González.
Ése es el nexo de unión de la Red Hispania, y no las falanges macedónicas.
Este liberal, tolerante sólo con los que opinan como él, lo que quiere es que me defina, y, en parte, lo va a conseguir, porque, repito, ni soy ni militante ni simpatizante de ninguna Falange. Tampoco milito en ningún partido: ni de extrema derecha, ni en el Partido Popular, ni en Ciudadanos ni en nada, ni lo pienso hacer, porque pienso que sus dirigentes nos toman el pelo (igual que Zapatero y compañía).
Sólo me preocupa España en su conjunto (lo cual abarca no sólo la baja ralea de la actual generación de españoles, sino las generaciones pasadas que supieron dar la vida y pusieron toda su ilusión en una Patria que, por otra parte, siempre les había tratado mal).
España no es sólo de los españoles actuales. Es de todos los españoles que la amaron y de los que nacerán en un futuro.
Que no se la apropien sólo los que están de paso.
Y si bien, a este señor le gustaría que concretase más, le diré que el único político que me cae bien, es decir, realmente bien, es Rosa Díez, aunque sea socialista, esté a favor del aborto y blablá blablá (también la Iglesia está en contra del divorcio y, cuando les untan dinero la gente pudiente, anulan presto los matrimonios). Este señor con cara de asustado no me pone nada, como tampoco me ponen nada las prehistóricas Falanges y alternativas/frentes/alianzas (irra/na)cionales.
Hay gente que te cae bien y no lo puedes evitar.
Como indefectiblemente me caen mal aquellos que infructuosamente intentan debilitar su partido.
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