La Familia Real, flanqueada por sus opacos guardaespaldas. |
Parecía que don Marianín nos iba a dar por fin una alegría con el nuevo proyecto de Ley de Transparencia, aprobado recientemente por el Consejo de Ministros... Según ésta, "los gestores públicos que cometan infracciones muy graves en el ejercicio de su cargo, tales como falsear u ocultar datos contables, podrán enfrentarse a diez años de inhabilitación y una multa [...] Además, esta norma establecerá baremos para fijar los sueldos de los cargos electos locales, que se recogerán cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) [...] La norma busca reforzar la transparencia de las administraciones públicas y eliminar compartimentos opacos en el ámbito de la administración para que puedan ser consultados por los ciudadanos"...
Pues bien, este maravilloso proyecto, que, sin ninguna duda, será aplaudido sin ambages por cualquier inocente ciudadano no suficientemente informado... no afectará a la Casa de Su Majestad "por no tratarse de una administración pública", según la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría...
Ya volvemos a lo de siempre...
¿Es que acaso esta irreal Casa Real no se financia con fondos públicos... con parné directamente sacado de nuestros impuestos, señores...?
¿O es que acaso se autofinancia ella solita...?
Más bien lo primero, nos parece... y ya que tal institución chupa como una esponja de todo el dinero que tanto nos ha gastado ganar, bueno sería también que sobre ella pudiera pasarse la bayeta de la transparencia, para que brillara límpida y sin ninguna mácula de duda...
Recuérdese que, siempre que se mira hacia otro lado en la mencionada institución, los urdangarines y otras hierbas parecen florecer como hambrientas setas...
Hay amores que matan... y ese amor desaforado y pelotero hacia nuestra monarquía, al que son tan propensos las lacáyicas, vasállicas y sumisas derechas e izquierdas españolas, van a acabar convirtiéndola en una institución sospechosa, en un intrigante baúl de las vergüenzas que nadie se atreve a abrir...
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